Sarah, Aurélien y su pequeño Nael anclados en Los Roques. Este archipiélago venezolano, situado a unos 160 kilómetros al norte de la capital, Caracas, en el mar Caribe, es una zona protegida formada por más de 300 islas y bancos de arena que rodean una laguna de 400 km². Y si la pareja dudó en hacer escala allí, dada la complicada situación política del momento, no se ha arrepentido en absoluto de su elección.
El lugar es espléndido y uno pensaría que está en un pequeño rincón del paraíso: playas de arena blanca, lagunas, agua transparente... ¡El lugar es ideal para practicar windsurf o kitesurf! Una actividad que Sarah sigue practicando a pesar de estar embarazada de 6 meses. Es uno de los lugares más bellos del mundo para practicar deportes de tabla.
La pequeña familia aprovecha para descubrir los alrededores, conocer a otros navegantes, pero también a los pescadores locales. La pesca, la preparación de la maleta de maternidad, un paseo por la playa con Nael o el remo o la natación puntúan su escala.
Durante 15 días, navegaron a diario, descubriendo espléndidos fondeaderos, especialmente el Cayo de Agua, con forma de media luna. Ahora se dirigen al archipiélago de Las Aves, una dependencia federal de Venezuela.