Empujado por el viento: ¡Maloya huye a Colombia!


A bordo del Maloya, estamos manejando ráfagas de 35 nudos lo mejor que podemos con dos niños pequeños a bordo, ¡que además están enfermos!

Sarah, Aurélien y sus dos hijos continúan acercándose al Canal de Panamá, que finalmente les permitirá entrar en el Pacífico. Dejaron el Cabo de la Vela para llegar a Barranquilla, a casi 185 millas de distancia. Pero a veces, a bordo del Maloya, las cosas no salen como les gustaría. No es fácil manejar ráfagas de viento a 35 nudos cuando tienes un niño enfermo de 3 años y un bebé de 2 meses llorando a bordo...

Mientras navegaban a 6 nudos bajo la vela estacionaria con este viento establecido de 30 nudos y un oleaje de 2,50 m, la pareja decidió poner al Maloya "a la fuga". Esto significa continuar navegando sin velas, sólo empujado por el viento y las olas. Y esta es la primera vez en dos años que esto le sucede a nuestra tripulación. Y a pesar de esta rápida copia de seguridad, su Océanis 411 sigue avanzando a entre 4 y 6 nudos, ¡a veces incluso plus?!

Finalmente, después de varios días en el mar, Barranquilla aparece en la distancia. Tendremos que estar un poco más atentos debido al estuario del Río Magdalena, el río más grande de Colombia, antes de llegar a Puerto Velero y tomarnos un respiro. En el programa de esta primera escala, ciclismo para Nael, windsurf con florete para Aurélien y paseos por la playa para Sarah y los niños.

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