La movilidad eléctrica está en alza. Pero en este campo de las motos u otros patinetes eléctricos, encontramos de todo y de nada. Para garantizar una calidad perfecta y ofrecer equipos fiables y eficaces, Laurent Cobos creó Occimobility a finales de 2020. Su idea: confiar en los fabricantes holandeses, especialistas en 2 ruedas.
Orange Ventures, con sede en el sur de Rotterdam, ha diseñado y comercializado durante las últimas décadas bicicletas que se han exportado a todos los países del norte de Europa. Con esta experiencia, Orange Ventures puso en marcha en 2017 el diseño y la distribución de patinetes eléctricos en versión adulta para ofrecer nuevas soluciones de micromovilidad ecológica y sin impacto negativo en los ecosistemas.
Ahora son 2 las marcas de Orange Ventures que son distribuidas en Francia por Occimobility: Skotero y Veeley. La primera cumple todas las expectativas con 12 modelos. La segunda, más sofisticada, pero también más pesada, ofrece una alternativa entre el scooter de pie y la moto sentada.
Para que estas máquinas sean adecuadas para los barcos, deben ser plegables y, sobre todo, portátiles (por lo tanto, no demasiado pesadas). El primer modelo pesa 10,5 kg, incluida la batería. En cuanto a la oxidación, las pinturas están todas anodizadas. Todos los modelos disponen de una columna de altura regulable para adaptarse a todas las tallas de conductores. La autonomía oscila entre 30 y 60 km según el modelo.
Las diferencias entre los modelos se basan en el confort de conducción, la seguridad y la potencia: piso ancho, manillar grande, ruedas anchas, frenos de disco hidráulicos, llave de arranque..
Los scooters tienen una pantalla con información (velocidad, carga de la batería...) y para algunos la posibilidad de encontrar esta información en su teléfono.
Los precios son a partir de 500 euros. Los modelos de mayor categoría rondan los 1.700 euros. El Veeley, un modelo de muy alta gama, que cuesta 1849 euros.
