La pechina, popular en el Mediterráneo para optimizar el espacio
El pendille es un sistema de amarre típico de los puertos mediterráneos. Consiste en una cadena principal fijada al fondo del agua, conectada al muelle mediante cabos de amarre conocidos como pendillas. Este sistema permite amarrar el barco por la proa mientras la popa se fija al muelle. De este modo, la embarcación permanece estable, evitando golpes con el muelle o con otras embarcaciones. Muy utilizado en el Mediterráneo, optimiza el espacio en los puertos que suelen estar abarrotados en temporada.

Preparar eficazmente la maniobra
Antes de acercarse al muelle, hay que prepararse para la maniobra. Coloca defensas a cada lado y en la popa del barco para proteger el casco al atracar. Comprueba también los cabos de amarre de popa, tenlos a mano para poder fijarlos rápidamente en el muelle. Para evitar inclinarse demasiado por la borda, recuerde utilizar un gancho para embarcaciones.
Colgar sin estrés
Estos son los pasos clave que hay que seguir para pasar el rato sin preocupaciones:
- Acercamiento lento y preciso acérquese al lugar elegido lentamente en sentido inverso, ajustando su trayectoria en función del viento y la corriente.
- Fijación de los cabos de amarre traseros en cuanto el barco esté cerca del muelle, pase rápidamente los cabos de amarre de popa a un miembro de la tripulación de tierra para que los asegure.
- Sujeción y fijación del péndulo utilizando el gancho de la embarcación, agarre con cuidado la driza cerca del muelle, tire de ella hacia la parte delantera de la embarcación y fíjela a la cornamusa de amarre.
- Ajustar la tensión compruebe que la tensión es la adecuada para que la embarcación permanezca bien alineada y estable, a cierta distancia del muelle.

¿Cómo acertar siempre?
Para facilitar las maniobras, comuníquese claramente con su tripulación. Todos a bordo deben conocer su papel. También le aconsejamos que utilice guantes cuando manipule el péndulo para evitar lesiones por conchas afiladas o bordes ásperos. Esto también evitará que la orza, a menudo embarrada, se le resbale de las manos en el último momento y tenga que volver a empezar la maniobra...
Recuerde siempre anticipar el efecto del viento y la corriente, que pueden alterar rápidamente su trayectoria y dificultar el agarre del timón.
Salir del cuelgue, una maniobra sencilla
Para salir, proceda en orden inverso. Arranca suavemente el motor en marcha adelante para estabilizar tu posición, luego desata el cabo de proa dejándolo deslizar hacia el agua, y después suelta los cabos de popa. A continuación, abandone el lugar suavemente, manteniendo su trayectoria bien controlada.
El primer amarre puede parecer intimidante, pero con un poco de práctica, pronto se convertirá en una maniobra sencilla y tranquilizadora. No dudes en practicar al principio en condiciones de calma, para familiarizarte poco a poco con cada etapa de este amarre típicamente mediterráneo.