Cómo amarrar con éxito en una boya: 8 consejos técnicos para navegantes

Atracar en un amarre parece una maniobra sencilla, pero requiere rigor y anticipación. Viento, corriente, equipo a bordo, configuración del amarre: cada detalle cuenta. He aquí ocho aspectos fundamentales que debes dominar si quieres mantener a salvo tu embarcación, incluso con una tripulación reducida.

El uso de un peso muerto para fondear es habitual en zonas reguladas, puertos municipales y zonas marinas protegidas. Aunque a menudo se piensa que esta maniobra es inofensiva, hay una serie de factores que pueden complicarla. He aquí los ocho puntos esenciales que hay que tener en cuenta.

1- Preparar la aproximación al viento: una regla básica

Llegar contra el viento estabiliza la embarcación y facilita el arranque.

Este es el método clásico, especialmente recomendado para maniobras con tripulaciones familiares inexpertas. Con el motor al ralentí, la embarcación se desplaza lentamente hacia la boya.

2 - Marcha atrás: una técnica para navegantes más experimentados

Llegar con el culo a barlovento permite presentar el espejo de popa en la boya, al alcance del timonel, que sigue teniendo una buena visibilidad para maniobrar. Este método, recomendado a menudo por los navegantes experimentados, requiere una buena evaluación del rumbo del barco y una coordinación precisa entre el timón y el garfio. En algunos barcos puede resultar más fácil coger la boya desde la bañera. Pero requiere que la embarcación siga siendo maniobrable al ir a popa.

3 - Gestionar la corriente: una maniobra delicada en una zona dinámica

El viento y la corriente dictan una doble lectura del agua. En zonas como el golfo de Morbihan o ciertas rías bretonas, la corriente puede dominar al viento. Hay que observar el comportamiento de los otros barcos ya amarrados a sus pechos, identificar la estiba combinada y ajustar la aproximación con gran flexibilidad, con el motor al ralentí.

4 - Amarre en la boya: atar directamente a la cadena

La anilla de la parte superior de la boya sólo debe utilizarse como ayuda para agarrar el cofre. Permite agarrar la boya con el gancho de la embarcación y pasar un primer cabo de amarre provisional. Para un amarre más seguro, hay que levantar la boya y engancharla directamente a la cadena bajo la botavara.

5 - Pasar una línea de amarre doble: para facilitar las maniobras

El uso de un cabo de amarre doble reduce la tensión en las cornamusas y facilita la salida. Esta configuración permite recoger el tronco rápidamente y soltarlo con eficacia al partir. Pero si vas a mantener este amarre más de una tarde, es aconsejable hacer un nudo de bolina en el peso muerto.

6 - Evitar errores en la anilla: para un amarre seguro

La fricción directa debilita rápidamente el cabo en el cuerpo muerto. Hacer un giro muerto en la anilla antes de golpear la cornamusa limita el rozamiento. Esto ocurre rápidamente en una zona ventosa o con una fuerte corriente.

7 - Proteger los cabos de amarre: una cuestión de longevidad

Las mangueras protectoras evitan el desgaste prematuro de los cabos. La adición de un trozo de manguera, sujeta por unos pasadores, reduce la fricción en la boya y en los pasacables de las tablas. Sencillo, fiable, económico y adecuado para instalaciones de larga duración.

8 - Anticipar la liberación del peso muerto: para empezar con éxito

Saber hacia dónde deriva el barco antes de soltar amarras es esencial. Observar el comportamiento de la embarcación, estimar la dirección de la deriva y mantener el motor al ralentí permite soltar amarras con seguridad, sin riesgo de derivar hacia otras embarcaciones ni de enrollar el cabo de amarre alrededor de la hélice.

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