Una oferta de barco clara y sencilla
En aras de la simplicidad, el constructor de Birdyfish ha limitado el número de opciones al mínimo. El barco, construido en infusión de vidrio-poliéster, se ofrece con su mástil de aluminio y sus velas (mayor y foque, fabricadas por Delta Voiles) a un precio de 18.480 euros, impuestos incluidos. Por lo tanto, la embarcación está lista para navegar en su versión estándar.
Como opción, el patio ofrece 3 accesorios principales:
- código 0, que permite aumentar la superficie de 14 m² a 22 m², a razón de 1620euros, IVA incluido
- un enrollador de foque para facilitar las maniobras, por 528euros TTC
- un remolque de botadura para salir y volver de la playa o del varadero, también a 528euros TTC
El precio del barco con todas las opciones alcanza los 21 156euros TTC
En el invierno de 2022 debería ofrecerse una versión de regata con un juego de velas más elaborado.

Entre los barcos más asequibles para volar
Si la compra de un Birdyfish no está obviamente al alcance de todos, la embarcación auxiliar está bastante bien posicionada en el mercado para cumplir con su pliego de condiciones: hacer accesibles los barcos voladores. Hay pocas embarcaciones monocasco con foils que puedan acoger a dos tripulantes. El Peacoq', un barco del mismo tamaño lanzado recientemente, se anuncia a 33.600 euros TTC. También podemos incluir el F101, una especie de monocasco con un foil estrecho, estabilizado por 2 flotadores. El barco inglés, construido en carbono, se propone en una versión estándar con velas por 23 500 euros TTC.
En cuanto a los multicascos, el catamarán Befoil 16 Sport, probado recientemente en nuestras columnas, se ofrece en versión estándar a 24.900 euros TCC.

Un compromiso robusto adecuado tanto para las escuelas como para los navegantes
Si la inversión no es insignificante, sin duda ofrece un interesante punto de entrada a las sensaciones de volar sobre el agua con una vela. Las escuelas no se equivocaron, viendo en ella un soporte accesible y adaptado a sus usos por la elección de los materiales. De las 18 embarcaciones vendidas, el 90% fueron a clubes. "Esto también nos permite contar con una red de socios locales para que la gente pueda probar el barco cerca de su casa", confirma Jean-Baptiste Morin, director de ventas de Birdyfish. Una invitación que no debería dejar indiferente a nadie. El placer de la navegación está garantizado