Hacer pan en un barco: una receta que puede usarse dondequiera que se navegue

A cada uno lo suyo

Cuando nos vamos de viaje en barco por el mundo, sabemos de antemano que no podremos encontrar los mismos productos que en nuestro país de origen. Sabemos que vamos a descubrir nuevas especialidades culinarias, pero también que tendremos que integrar nuevos hábitos alimentarios. ¿Qué alternativa encontraremos para sustituir el pan, tan importante en nuestra vida cotidiana como franceses?
En los rincones más recónditos de la Polinesia Francesa, por ejemplo, se pueden encontrar sobre todo galletas, baguettes moldeadas -¡que hay que encargar! - y a veces un poco de pan de molde. Mientras que los primeros se conservan relativamente bien en el tiempo, los dos últimos no duran más de un día debido a la humedad a bordo.

Cuando uno está apegado al placer de comer "pan de verdad", después de unos meses a bordo, ¡puede empezar a extrañarse seriamente!

Un pan que se hace en un barco, sin horno

Dependiendo de la unidad en la que naveguemos, el horno puede volverse loco. En otros casos, la temperatura ambiente a bordo ya es muy difícil de soportar y no queremos añadir el calor de un horno... En este caso, tenemos que encontrar una alternativa.

Menos mal que al pasar unas semanas en el patio, conocimos a Paco. A bordo de su catamarán llamado Antistress, el que es conocido por casi todos los que navegan en las Tuamotu, archipiélago de la Polinesia Francesa, tuvo la amabilidad de compartir con nosotros su receta: una cazuela de pan, ¡fácil de hacer en la cocina de gas de nuestro barco!

La receta de Paco, revisitada

Mientras experimentábamos con la receta de Paco, se nos ocurrió la nuestra. Esta receta produce un pan grande con una corteza gruesa y una miga densa, que se puede conservar en el bote en un paño durante varios días.

• Ingredientes :
  • 1kg de harina T55
  • 4 cucharaditas de levadura instantánea
  • 45 cl de agua mineral. El agua de lluvia también sirve
  • 45 cl de agua de mar
  • un poco de aceite vegetal o de oliva
• Utensilios
  • una cacerola grande
  • papel antigrasa

1. Rehidratar la levadura en 25 cl de agua fresca a unos 37° - o a temperatura ambiente, según donde se navegue. Déjelo durante unos 15 minutos.
2. Mezclar la levadura y el agua blanda y añadir poco a poco el kilo de harina.
3. Añadir el agua de mar y amasar hasta conseguir una masa firme, normalmente un poco pegajosa.
4. Cubrir el bol con un paño y dejar que la masa suba durante al menos 30 minutos.
5. Desairear la masa y volver a amasar. Repita este paso al menos dos veces, con un intervalo mínimo de 30 minutos.
6. Engrasar el fondo de la sartén, cubrirlo con papel sulfurizado y verter la masa.
7. Tapar y cocinar a fuego fuerte los primeros 5 minutos y luego a fuego lento otros 40 minutos, dándole la vuelta a mitad de camino.
8. Compruebe si está hecho y retírelo rápidamente de la sartén.

Muchas variaciones posibles

Harina integral, de trigo sarraceno o de centeno; semillas de sésamo, frutos secos o una mezcla de cereales, según lo que encuentre en sus escalas, esta receta puede adaptarse infinitamente. ¡Es posible variar los panes tanto como los destinos!
Y si puedes hacerte con tomates secos, cebollas, queso y aceitunas, también puedes hacer un pan salado a medio camino entre la tarta y la pizza.
¿Quién dice que no se puede viajar en barco y comer bien?