Proyecto Duracell: haz tu propio congelador para tu barco


Para garantizar una larga vida a bordo, Duracell estará equipado con un congelador. Matt ha optado por construirlo él mismo, y nos da detalles de su fabricación.

Por qué construir su propio congelador

Con la intención de vivir a bordo de su barco durante mucho tiempo, Matt y Joni decidieron dotar a Duracell de un congelador. Existen congeladores marinos en el mercado. Pero el plano de la cocina elaborado para la reforma del yate obligaba a colocar el congelador en una posición lógica, en un rincón cerca de la banda de estribor, lo que significaba que tenía que tener unas dimensiones poco habituales. Matt decidió entonces construirlo él mismo, creando una caja bien aislada en la que instalaría los intercambiadores de calor, conectados a un compresor comprado en el mercado.

Un congelador con doble aislamiento

Para construir su congelador, Matt empezó montando 5 caras de un paralelepípedo en paneles sándwich con fibra de vidrio en cada cara. Una vez pegados con superglue, fileteó la cara interior con yeso para conseguir un buen acabado superficial, y luego laminó las esquinas exteriores.

Para aislar bien el frigorífico, se pegan paneles de poliestireno extruido de 50 mm de espesor. Con dos espesores de este aislamiento R10, se añaden 100 mm de aislamiento alrededor de toda la caja, mediante encolado, habiendo tenido cuidado de comprobar el comportamiento de la espuma con los disolventes de las colas.

Una vez finalizado el paralelepípedo, sólo quedaba terminar la superficie de cierre y la superficie interior. Matt añade unos labios de espuma en sándwich para garantizar la estanqueidad de la futura tapa y evitar la condensación y el moho en el congelador. Una capa de imprimación seguida de una masilla bien lijada para garantizar una superficie plana sin irregularidades que dificulten la limpieza, y a Matt sólo le queda aplicar una capa de la pintura alimentaria que ya ha aplicado a los depósitos de agua.

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