Proyecto Duracell: La prueba de estanqueidad del depósito de agua sale mal


Antes de que quedaran inaccesibles, Matt ultimó las trampillas de acceso a sus depósitos de agua y decidió comprobar si tenían fugas. En vista de los resultados, tiene previsto realizar algunos trabajos adicionales.

Fabricación de paneles de acceso a los depósitos

Tras recordar las anteriores modificaciones de Duracell para convertir los tanques de lastre líquido de un yate de regatas en auténticos depósitos de agua potable para un barco de crucero, Matt se dedicó a ultimar los detalles de los tanques de lastre. La construcción de la cocina pronto los hará inaccesibles, así que lo primero que hay que hacer es instalar las escotillas de inspección necesarias para el mantenimiento y comprobar la estanqueidad.

Para garantizar la estanqueidad de las trampillas, Matt opta por trampillas circulares atornilladas en lugar de pegadas. Por tanto, tuvo que incorporar insertos en el techo del tanque y crear una superficie perfectamente plana para poder apretar bien la junta y garantizar un cierre hermético. El proceso se optimizó en los 16 paneles, y el resultado fue satisfactorio.

A la caza de fugas

Entonces llegó la hora de la verdad. El volumen estimado de los tanques es de 2.800 litros, es decir, más de 2,5 toneladas de agua añadida. Matt se anticipó añadiendo velas bajo los mamparos para absorber el peso, y no ocultó su ansiedad. Desgraciadamente, una fuga en el mismo lugar en los costados de estribor y babor aguó la fiesta. Aunque no se trataba de una fuga importante, Matt iba a tener que taponarla antes de continuar con el diseño del Duracell.

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