Navegar es pura aventura. Pero aventura también significa desafío, especialmente cuando se trata de alimentar a una tripulación hambrienta. Atrás quedaron las tiendas de la esquina; bienvenido al mundo del autoservicio. Entonces, ¿cómo combinar sabor, practicidad y nutrición en un velero donde cada centímetro cuenta? No se trata sólo de "sobrevivir" en el mar, sino de hacer de cada comida un momento de placer, de compartir y de energía para continuar la aventura. ¿Listo para embarcarse en esta aventura culinaria?
Planificar con antelación
Antes de partir, es fundamental planificar las comidas para todo el viaje, antes de la primera escala. Tenga en cuenta las preferencias alimentarias, pero también las necesidades específicas de cada miembro de la tripulación, como alergias o restricciones dietéticas. También tendrá que asegurarse de que su embarcación está suficientemente abastecida de alimentos no perecederos, dejando al mismo tiempo un poco de flexibilidad para circunstancias imprevistas, como cambios de tiempo o de itinerario.
Una técnica cada vez más popular entre los marineros es el uso de platos sous-vide. Preparados con antelación, son fáciles de recalentar a bordo, reduciendo el tiempo que se pasa en la cocina. Estos platos, herméticamente cerrados, conservan sus sabores y texturas, lo que permite disfrutar de una buena comida sin estrés. Caroline, que estaba cruzando el Mediterráneo, se equipó con platos de pollo tikka envasados al vacío. Después de un día agotador, poder disfrutar de una comida casera en pocos minutos transformaba la experiencia.

Elija alimentos ricos en nutrientes y proteínas
En el mar, cada centímetro de espacio de almacenamiento cuenta. Maximice el valor nutritivo de los alimentos al tiempo que optimiza el espacio. Opte por las legumbres, los frutos secos, las semillas y las frutas y verduras en conserva o deshidratadas. Estos alimentos son fáciles de almacenar y aportan vitaminas y minerales esenciales, al tiempo que permiten preparar comidas equilibradas, incluso en condiciones de navegación difíciles.
Las proteínas son esenciales para mantener la masa muscular y la energía, especialmente durante periodos de actividad física intensa, como maniobrar un yate. Para un aporte óptimo, combine las legumbres con cereales como el arroz o la pasta, formando así proteínas completas. El arroz, en particular, es un alimento excelente para almacenar: ocupa muy poco espacio, se conserva mucho tiempo y es extremadamente versátil. Ya sea como guarnición o como plato principal, constituye una base sólida para comidas nutritivas y saciantes.

Optimice su espacio
Las cocinas de a bordo suelen ser estrechas, pero eso no debe impedirle preparar comidas estupendas. Para ahorrar espacio, opte por utensilios plegables o multifuncionales. Nicolas, un marinero experimentado, siempre utiliza su olla a presión compacta a bordo. No sólo permite cocinar más rápido, sino que es ideal para preparar sopas o platos a fuego lento con un mínimo de gas.

Manténgase hidratado
La hidratación es crucial para mantener tus niveles de energía y tu salud en general. Beba mucha agua a lo largo del día, sobre todo en climas cálidos. Recuerda también incluir alimentos ricos en agua, como fruta y verdura.
Consejos para mantenerse fresco... sin nevera
En algunos barcos, el espacio en la nevera es limitado. Afortunadamente, verduras como zanahorias, cebollas y manzanas pueden conservarse varios días sin refrigeración. Para los navegantes más experimentados, la lactofermentación puede ser una opción interesante para mantener las verduras frescas durante más tiempo.

Inspiración gourmet: deléitese con ingredientes sencillos
Incluso con las provisiones básicas, es posible crear deliciosas comidas en el mar. Una mezcla de hierbas secas y especias puede mejorar fácilmente platos sencillos. Combina lentejas, arroz o pasta con verduras en conserva y pescado fresco para conseguir una comida equilibrada y sabrosa.
En un crucero entre Sicilia y Cerdeña, Olivier solía preparar un curry de lentejas especiado con leche de coco âeuros un plato reconfortante y fácil de hacer después de un largo día en el mar. Si tiene la suerte de pescar, un simple filete de pescado a la plancha con limón y un chorrito de aceite de oliva se convierte en un auténtico festín. También puede probar un arroz caldoso de atún con verduras frescas, o una ensalada de quinoa con verduras crujientes para darle un toque fresco. Si tienes horno a bordo, ¿por qué no pruebas una pizza casera con pasta precocinada, verduras en conserva y queso fundente?
Cocinar a bordo no es sólo alimentar a la tripulación, sino que puede convertirse en un momento especial de compartir y placer. Con un poco de planificación y algunos trucos adaptados a la vida en el mar, es perfectamente posible conciliar sabor y sencillez. Cada marinero encontrará sus propias costumbres culinarias en función de sus gustos, su experiencia y las limitaciones específicas de su viaje.
"El mar nos enseña paciencia e ingenio... incluso en la cocina"
Tanto si es un aficionado a la pesca como un experto en la gestión de provisiones, el mar siempre le ofrecerá oportunidades para innovar, manteniendo el equilibrio entre el placer del sabor y la practicidad.