Desde hace dos años, la empresa francesa K-Ren ofrece una protección para evitar las incrustaciones en los cascos de las embarcaciones. El principio es sencillo: envuelves el barco y, al quitarle la luz, evitas toda fotosíntesis. Las bacterias encapsuladas en el tejido mueren. Evitar cualquier vida contra el casco. Bajo la lona, el casco permanece limpio.
Manejo silencioso

Según los diseñadores, dos personas tardan unos 30 minutos en instalar la protección bajo un velero de 35 pies. Se trata de empezar por la proa y dejar que se hunda la lona, que está sellada. Una vez que la escota está en el fondo, se tira hacia atrás por debajo de la quilla, que es más delicada para un velero, y por debajo del motor y el timón. Cada cubierta está diseñada para adaptarse a la forma del casco y los apéndices. Los refuerzos para limitar el desgaste se aplican bajo la quilla o en los timones.
Almacenamiento en una bolsa

Cuando abandones el muelle, puedes quitar la cubierta, que es difícil que no ensucie, debido a la suavidad y al material de la lona. Todo ello puede guardarse en una bolsa grande, que puede dejarse en tierra o llevarse a bordo con usted. Para un barco de 35 pies, pesa unos 20 kg, lo mismo que una vela.
Algunas limitaciones
Así embalado, el casco de la embarcación permanece siempre limpio. Entre las limitaciones, observamos que la embarcación cubierta no puede poner en marcha su motor, y que la vida a bordo se hace difícil. Es imposible vaciar el lavabo o el retrete, una práctica teóricamente prohibida en los puertos de todos modos. Además, esta lona será más difícil de colocar en zonas donde haya corriente.
Pero es una alternativa a las sucesivas carrerillas que nos impone un barco invernado en el agua. También es una buena solución ecológica. Depende de cada uno de nosotros el uso que le demos a nuestro barco, en función del número de veces que salgamos al mar.
Diseñado por encargo

De serie, la protección llega hasta 40 cm en los bordes, pero a petición, la protección puede llegar hasta el listón para proteger un cuadro o un revestimiento, por ejemplo. K-Ren incluso se ofrece a serigrafiar este espacio.
Desde su lanzamiento, se han equipado 40 barcos en todo el mundo. Monocascos, catamaranes, trimaranes, veleros y lanchas motoras protegen así sus cascos. Algunos navegantes famosos de regatas oceánicas utilizan este producto. Como ejemplo, para la protección de un Pogo 36 con su quilla levadiza, hay que contar aproximadamente 4 000 euros para este producto fabricado en Francia y garantizado durante 2 años, el equivalente de 4 a 5 años de cuidado, contando el antifouling y la manutención.