Velocidad, estabilidad y mínimo impacto ecológico: Sea Cheetah está sacudiendo las normas de la navegación. Más allá de las prestaciones y el confort que promete, este nuevo tipo de embarcación propulsada por hidrógeno encarna una visión innovadora de los viajes por mar. Echemos un vistazo al diseño único de Sea Cheetah y al concepto WIGE.
Innovación para navegantes
El Sea Cheetah es ante todo un barco, a pesar de sus capacidades similares a las de un avión. Aunque utiliza el efecto suelo para desplazarse, está homologado por las autoridades marítimas, incluida la Guardia Costera estadounidense, y no por las autoridades aeronáuticas. Por tanto, se aplican las normas de navegación náutica, y los pilotos deben estar en posesión de una licencia de capitán marítimo, no de piloto de avión.
Por otra parte, Sea Cheetah no es un barco cualquiera. Bien podría convertirse en un medio esencial para conectar rápidamente largas distancias sin las limitaciones de los motores o las velas convencionales. Gracias a la tecnología WIGE ligada al efecto suelo, genera sustentación a baja altura, lo que le permite "volar" sobre el mar de forma más estable. A velocidades superiores a 250 km/h, los viajes a destinos lejanos serían más rápidos y eficaces: una revolución para el concepto de crucero rápido.


Ventajas de la propulsión por hidrógeno
Una de las principales innovaciones del Sea Cheetah es el uso del hidrógeno como fuente de energía. A diferencia de los motores de gasolina o gasóleo de las embarcaciones tradicionales, el sistema de hidrógeno sólo emite vapor de agua: toda una ventaja para los navegantes concienciados con el medio ambiente. Además, su bajo consumo de energía se traduce en una mayor autonomía y un ahorro sustancial de combustible, lo que lo convierte en una alternativa atractiva ante el aumento de los costes del combustible marino.
Para garantizar el suministro de hidrógeno verde en el punto de uso, se ha diseñado el H2Hub. Este sistema de repostaje permite a los Sea Cheetahs reponer sus suministros de hidrógeno verde producido localmente conectándose a los depósitos de compresión del H2Hub cuando atracan cerca.

Sea Cheetah trabaja actualmente con H3 Dynamics para optimizar el sistema de suministro de hidrógeno y resolver los problemas relacionados con la autonomía y la capacidad de carga, pero aún no se ha anunciado una fecha de lanzamiento al mercado.
Libertad para moverse sin limitaciones
Sea Cheetah supone un avance significativo en la experiencia del transporte náutico al eliminar por completo los desagradables efectos del oleaje, la escora de los veleros y las vibraciones asociadas a los motores de combustión. Esto convierte al Sea Cheetah en una opción ideal para los pasajeros sensibles al mareo pero que desean ver el mar de cerca, sin las limitaciones de un barco tradicional o del transporte aéreo.
En un futuro próximo, versiones más pequeñas del Sea Cheetah podrían ofrecer una solución de transporte ideal para los residentes de islas o zonas costeras aisladas. Estas embarcaciones permitirían acceder fácilmente a tierra firme o, por el contrario, facilitarían el suministro de bienes y recursos necesarios.


Medios de emergencia
Sea Cheetah, con su capacidad para alcanzar velocidades superiores a 250 km/h, también podría desempeñar un papel crucial en las operaciones de salvamento marítimo. Su velocidad le permitiría intervenir rápidamente en situaciones de emergencia, llegando a las zonas siniestradas mucho más rápido que los medios tradicionales.
Gracias a su efecto suelo, puede volar sobre las olas y navegar con total estabilidad incluso en condiciones meteorológicas difíciles: características que lo hacen especialmente adecuado para misiones de rescate en las que la meteorología es un factor determinante.

El Sea Cheetah podría transformar la forma en que los navegantes se plantean las travesías largas o los viajes entre islas. Su uso no se limitaría a escapadas de lujo, sino que también podría satisfacer necesidades prácticas cotidianas o incluso operaciones de rescate en el mar. Gracias a su velocidad y su bajo impacto medioambiental, representa una alternativa que complementaría a los yates a motor tradicionales o a los veleros de crucero. Un avance tecnológico, sin duda, pero también un cambio de paradigma en el mundo de la náutica.