Un antiincrustante erosionable está diseñado para desgastarse gradualmente a medida que se utiliza la embarcación. Al erosionarse, se lleva consigo las bacterias que colonizan el casco en cuanto se sumerge en el agua. Sin bacterias, no hay vida, y sin vida, no hay caparazón al que adherirse debajo de nosotros.
Pero, inevitablemente, la pintura erosionable acaba desapareciendo, por lo que hay que sustituirla. Para saber si queda algo en el casco, aquí tienes un pequeño truco que te ahorrará muchos problemas.
Azul sobre rojo

En un casco limpio, comience con la imprimación tradicional que adhiere el antiincrustante al gelcoat, para embarcaciones de poliéster. Una vez aplicada esta imprimación, se aplica una primera capa de antiincrustante de matriz dura. Tenga la precaución de elegir un color diferente al del antiincrustante erosionable final. Por ejemplo, rojo si el antiincrustante final es azul.
A continuación, aplique dos o tres capas de antiincrustante erosionable. No te preocupes, mis dos pinturas son compatibles.
Un indicador visual

Así, después de navegar, verá la capa roja bajo las capas azules. Esto será señal de que ha llegado el momento de un nuevo antiincrustante. Mientras tanto, esta zona roja del casco seguirá protegida por el antiincrustante de matriz dura. Esto le da tiempo a encontrar una ventana para sacar el barco del agua.