Afortunadamente, algunos navegantes experimentados e ingeniosos han encontrado algunas soluciones. Dependiendo de si navegas en un monocasco a vela o en una lancha a motor, el problema es diferente. Entre un casco "cepillado", ancho y plano, y un verdadero barco de mar, corpulento y de estilo "canot breton", las dificultades para limpiar el casco con snorkel son muy diferentes.

Caída del ancla
Para los afortunados propietarios de multicascos, las cosas son mucho más sencillas. Este tipo de embarcaciones, al no ser, por definición, "lastradas", suelen tener un calado bastante reducido, lo que facilita mucho la limpieza del casco simplemente remando en la superficie. En la redacción de su revista, conocimos a un ingenioso navegante que ha desarrollado un método eficaz y barato para mantener las obras vivas de su catamarán en un estado de limpieza razonable.

¿Cuál es el "secreto" de este navegador "inteligente"? Es muy sencillo. Un brazo humano normal mide unos 0,80 m de largo... Equipado con una espátula de acero inoxidable, extendida por un mango de madera, el tipo (o la tipa) que lleva un conjunto PMT (aletas, máscara, tubo) es incapaz de ahuyentar a los intrusos rascando por todo el casco. Digamos que consigue tratar entre el 30 y el 35% de la superficie afectada, y eso ya es un buen resultado.
Un rascador casero
El 65% restante puede tratarse con una herramienta "casera" fabricada con productos de venta libre. Basta con fabricar un mango curvado con los tubos de PVC que puedes encontrar en la sección de fontanería de cualquier tienda de bricolaje, y acoplarle una espátula ligeramente ancha en el extremo.

Estos tubos baratos se pueden doblar muy fácilmente calentándolos con un secador de pelo corriente. Pocos aficionados al bricolaje poseen uno, pero la mayoría de sus esposas sí... En cuanto a los navegantes solitarios taciturnos, una pistola de calor es perfectamente adecuada para la tarea.
Hay un refinamiento que no encontrará mencionado en ningún otro sitio salvo aquí. En lugar de simplemente fijar una espátula comercial ordinaria a su supermango, que está especialmente curvado según la forma de sus medios cascos, es muy inteligente hacerse con una placa de cobre, de aproximadamente 250 mm X 100 mm X 3 mm, que se fijará en lugar de esta espátula "ordinaria". ¿Por qué? Excelente pregunta.

¿Por qué una espátula de cobre?
¿Por qué elegir el cobre como metal de nuestra espátula de carenado? Es bien sabido que la oxidación de este metal produce un acetato verde -un color muy bonito, por cierto- que resulta ser venenoso. Era muy común en un pasado no muy lejano, cuando la gente no compraba antiincrustante (ahora más caro por litro que un Burdeos añejo...) en el astillero local, porque no existía. En su lugar, simplemente se forraban los brillos de los barcos con placas de cobre que frenaban considerablemente la proliferación de organismos, gracias al famoso "verdín". Ahí está el truco Al raspar nuestros cascos con una espátula de cobre, dejamos tras de sí partículas de metal que no dudarán en envenenar a cualquier bicho asqueroso que intente acercarse a ellas.

Así que, navegantes tropicales, un mango curvo y una espátula de cobre son los dos pechos de un carenado económico.