Una geometría muy estudiada
Fruto de las reflexiones de Matt varios meses antes sobre la transformación de la bañera del Duracell para su uso en crucero, la geometría de las brazolas se ha fijado para satisfacer distintas necesidades. Un talud en la popa albergará la pantalla del piloto automático y posiblemente una hélice de proa, visible desde el puesto de gobierno. Un rebaje en la brazola albergará el cabrestante mayor y más retrasado, mientras que el cabrestante secundario, más adelantado, y la batería de jammers se situarán en la parte superior de la brazola. Parte del espacio interior se utilizará para guardar el equipo menor de la tripulación: teléfonos, manivelas, crema solar, etc.
Un reto estructural
Los cabrestantes y los jammers están sometidos a esfuerzos considerables durante la navegación, transmitidos por drizas y escotas. Las nuevas brazolas deben ser suficientemente rígidas. Por ello, Matt utiliza un sándwich con núcleo de tablero de coosa, una espuma reforzada que ya ha utilizado en esta restauración.
El cabrestante principal, que está parcialmente empotrado en la brazola, se atornilla directamente a la cubierta mediante una cuña en ángulo para alinearlo con los bloqueadores. El segundo cabrestante y los bloqueadores están reforzados con carbono unidireccional en la base.
Herramientas y montaje
Para completar el proyecto con éxito, Matt presta especial atención al orden en que se encajan las piezas, para asegurarse de que permanecen alineadas. También fabrica herramientas, como una plantilla de corte circular del tamaño de la base del cabrestante.
Con sus brazolas, Duracell se acerca a la línea de fondo definitiva.
