¿La vuelta al mundo o al Mediterráneo?
Lo más destacado de la semana pasada para las regatas oceánicas fue sin duda la llegada de los regatistas del Arkea Ultim Challenge. Al convertirse en primer vencedor de esta vuelta al mundo en solitario a bordo de un maxi-trimarán, Charles Caudrelier ha logrado sin duda una hazaña extraordinaria cualquiera que haya navegado no puede sino admirarla. Las actuaciones de sus subcampeones Thomas Coville y Armel Le Cléac'h son igual de impresionantes.
Pero al mismo tiempo se escribían otras hazañas. Unos días antes que Charles Caudrelier, Philippe Delamare completaba una circunnavegación sin escalas del globo en 147 días desde La Coruña en un barco de 46 pies, ciertamente preparado, pero no diseñado para las regatas oceánicas. Por su parte, Violette se embarcó en su mini trimarán a pedales Hobie Cat para una incursión por el Mediterráneo . Tantos retos que estamos encantados de descubrir y compartir con ustedes.
Ultim o no Ultim, ¡esa es la cuestión!
Ante semejantes retos, ¿quién puede arrogarse el derecho de definir qué es "lo máximo"? Si sabemos lo importante que es la comunicación, sobre todo cuando se trata de encontrar varios millones de dólares para construir un trimarán gigante, cabe preguntarse si es realmente necesario entrar en la carrera de los superlativos. IMOCA, Class40 o Mini no son nombres que pretendan imponerse, y sin embargo sus navegantes saben cómo impresionar. Cuando Sir Francis Chichester partió en el Gipsy Moth IV él también debió de pensar en afrontar el "desafío definitivo". Desde entonces, Violette, Philippe y tantos otros navegantes se han propuesto su "desafío definitivo", una noción muy personal para historias que fascinan a todos los navegantes. ¿Cuál es tu experiencia náutica definitiva? No dudes en contárnosla y compartirla con nuestros apasionados lectores.
