Mi barco de segunda mano / Mathilde, patrona de un Folkboat internacional: "El barco ideal para iniciarse en la navegación costera"

Mathilde, una danesa de 24 años, es propietaria desde hace 3 años de la lancha folk Freya. A bordo de ella, la joven patrona lo ha aprendido todo sobre la navegación en las frías aguas de Dinamarca, y ha tenido que enfrentarse a muchas aventuras.

El Folkboat, una unidad popular en los países nórdicos

Diseñado en la década de 1940 por el joven arquitecto naval Tord Sundén, el Folkboat es un velero de clinker de 7,68 m de eslora. Sencillo y rústico, con un encanto innegable, se presta por igual a la navegación de crucero y a las regatas de diseño único. Muy popular en Estados Unidos, Alemania y los países nórdicos, se han fabricado cerca de 4.000 unidades, en madera o poliéster.

Una compra apasionada

Recién llegada a la vela y con muy poca experiencia, Mathilde compró su primer barco media hora después de visitarlo:

" Con el apoyo de mi madre, adquirí a Freya en febrero de 2021, es decir, hace ahora unos 3 años. Tiene el número 462. Lo compramos sin ningún conocimiento técnico del trabajo que había que hacer a bordo, y con una experiencia muy limitada en este tipo de barcos, por lo que fue una forma de aprendizaje muy dura de abordar - especialmente para mí, que tengo la mayor responsabilidad sobre Freya." .

¿Y por qué elegiste Freya que otro?

" Diré que elegí el Freja principalmente porque estaba en muy buenas condiciones y los anteriores propietarios habían rehecho completamente su interior, lo que, junto con su tamaño y capacidad de navegación, lo convertían en un muy buen primer barco para mí. No sabía mucho de Folkboats y no me había fijado necesariamente en este modelo, pero el Freja era un barco precioso !"

Empezar es complicado

Las primeras semanas de navegación no fueron según lo previsto. Una buena tarde de vientos medios, el mástil del Freya se desplomó a babor, pero nadie resultó herido. Su primer verano a bordo tuvo un final prematuro.

Sin inmutarse, al año siguiente el joven patrón reparó su aparejo, compró velas nuevas y siguió navegando.

A su vez, el motor empezó a mostrar signos de fatiga, lo que provocó dificultades en las maniobras de puerto.

Pero eso no ha impedido que Mathilde empiece a disfrutar a bordo del Freya. La temporada de navegación en Dinamarca es bastante corta. En invierno, es imposible navegar.

Una revisión completa para esta unidad de 1975

Freya es una unidad que pronto cumplirá 50 años, pero que sigue en buen estado:

" Como las velas resultaron dañadas durante la desarboladura, se cambió todo el conjunto. Lógicamente, se sustituyó la jarcia de labor, así como el mástil, que había sufrido demasiado.

Nuestros problemas de motor se solucionaron tras varias horas de trabajo, y cambiamos la hélice para mejorar el rendimiento en calma.

Antes de eso, los anteriores propietarios habían rehecho por completo el interior, restaurando la carpintería e instalando un sistema eléctrico totalmente nuevo. Mi madre también hizo una nueva tapicería interior. Las condiciones son un poco duras en Dinamarca, así que hemos hecho pulir el casco todos los años, así como un nuevo antiincrustante cada vez que se desabriga el barco ".

Un yate excelente para principiantes, pero de habitabilidad limitada

Muy apegada a su barco, Mathilde ha forjado una fuerte amistad con Freya, pero aún así consigue pintar un cuadro honesto:

" En mi opinión, el Freja tiene varias ventajas: es fácil de aparejar y de mantener. Cuando se desinvierte el barco, sólo se tarda un día en dejarlo listo para la nueva temporada. Cada viaje es fácil y requiere muy poca preparación. Y ahora puedo navegar solo sin demasiada aprensión.

En el lado negativo, creo que los defectos del barco tienen que ver con su tamaño. Sin duda fue una ventaja que fuera tan pequeño cuando lo compré, pero a mí, vivir dentro del Freja durante bastante tiempo me provocó dolores de espalda. Poder estar de pie dentro del barco es algo que echo de menos ".

Adquirir experiencia en otras unidades

Mathilde se encuentra actualmente en Filipinas, navegando en un yate de acero de 50 pies para la temporada turística con su novio Emil. Aprovechando esta oportunidad para perfeccionar sus habilidades de navegación, ha dejado a Freya esperando tranquilamente en su puerto deportivo. Aún no sabe si podrá volver a marcharse pronto con Emil Freya pero no cabe duda de que la pequeña Folkboat seguirá recorriendo la costa danesa.

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