Un juicio en la Costa Azul

Nuestro modelo de pruebas estaba equipado con un motor doble Yamaha con una potencia combinada de 500 CV, la máxima posible. La potencia recomendada, que ofrece la mejor relación entre coste, prestaciones y consumo de combustible, es de 400 CV.
Somos tres a bordo para este viaje alrededor de la bahía de Cannes. Esta tarde de primavera, las condiciones son bastante sombrías. El Macizo del Esterel está cubierto de chubascos, pero hay un ligero oleaje que viene del oeste. Tanto mejor, ya que podemos apreciar todas las cualidades del casco diseñado por Michael Peters, así como la protección que la imponente consola central ofrece a la tripulación.
Una cabina protectora
La cabina puede acomodar al piloto y a un pasajero en dos asientos ergonómicos que ofrecen una excelente sujeción. Dos pantallas de 12 pulgadas están integradas en la consola.

La cabina está protegida por un sólido parabrisas. Una inserción de aluminio añade un toque estético, al tiempo que sirve de pasamanos para acceder a la parte delantera.

La posición de conducción es excelente y el puesto de conducción puede adaptarse a todas las morfologías de piloto.
Una actitud familiar pero deportiva
Tras doblar la punta de la isla de Saint Honorat, de velocidad limitada, apretamos el acelerador. El Cap Camarat 9.0 WA Serie 2 no cabecea mucho cuando se levanta del acelerador, y los 500 CV le confieren un temperamento deportivo.

Con sus dos motores V6, alcanzamos una velocidad máxima de 41 nudos con apreciable comodidad. Fijamos la velocidad de crucero en 23 nudos, con un consumo por hora de unos 53 litros para los dos motores. A esta velocidad, el Cap Camarat 9.0 WA Serie 2 tiene una autonomía de unas cien millas.

El casco en V maneja muy bien el oleaje que encontramos. En las curvas, tiene una ligera tendencia a escorarse, fenómeno acentuado por el techo rígido en T de nuestra versión de prueba. Sin embargo, es perfectamente aceptable para navegar en familia con niños pequeños.
