Class40 cuestiona la fiabilidad de las balsas Waypoint

La balsa 191 ha sufrido graves averías

Mientras que la seguridad en el mar sigue siendo una de las principales prioridades en el mundo de las regatas oceánicas, el Presidente de Class40 ha dado recientemente la voz de alarma sobre la fiabilidad de las balsas salvavidas de la marca Waypoint, utilizadas por la mayoría de los regatistas de diversas clases.

Después de varios años de hegemonía entre los corredores para este fabricante de balsas, una serie de incidentes ocurridos durante comprobaciones, ejercicios o incluso activaciones reales está suscitando dudas sobre la robustez de este equipo, a pesar de estar certificado.

Desencadenantes considerados problemáticos

Varios patrones de la clase 40 han denunciado dificultades de apertura, inflado incorrecto o deterioro prematuro de las balsas salvavidas Waypoint, a pesar de que se almacenan y mantienen de acuerdo con las normas. En las inspecciones obligatorias se detectaron graves fallos en algunas de las balsas, con válvulas mal ajustadas, vejigas poco infladas o sistemas de amarre defectuosos.

Estos comentarios, combinados con las pruebas realizadas en condiciones reales o durante ejercicios de seguridad supervisados por la clase, bastaron para alertar a los responsables técnicos de Class40, que decidieron comunicar oficialmente el asunto y prever una restricción o suspensión temporal del uso de determinados modelos de Waypoint.

Balsas populares desde hace muchos años

Desde hace muchos años, un gran número de regatistas se equipan con esta marca de balsa porque pesa algunos kilos menos que la competencia. En las regatas oceánicas, la caza del peso es un deporte cotidiano, y el equipamiento de seguridad también está sometido a este régimen drástico, a veces en detrimento de la seguridad. Las clases de diseño único como el Figaro Beneteau y el C30 han optado por un modelo idéntico fabricado por Plastimo, que hasta la fecha ha proporcionado plena satisfacción tanto a los regatistas como a los organizadores.

A la espera de conclusiones formales, Class40 recomienda a los patrones afectados que hagan inspeccionar sus balsas fuera del ciclo de revisión habitual, o incluso que consideren una sustitución preventiva para futuras regatas.

Un debate más amplio sobre la cadena de seguridad

Este asunto, que va más allá del caso Waypoint, vuelve a poner de relieve la fiabilidad real de los equipos de supervivencia en las regatas oceánicas. Aunque las balsas salvavidas están certificadas, almacenadas y revisadas según las normas, esto no siempre garantiza un funcionamiento óptimo en condiciones extremas, sobre todo porque algunas permanecen a bordo varios años sin ser revisadas.

Muchas marcas ya se han visto afectadas en el pasado por problemas de impacto o fiabilidad en las balsas. En yates como los Class40 o los Minis, una balsa está sometida a condiciones extremas, ya sea en términos de humedad ambiental o de impactos repetidos.

Como clase muy activa en regatas transatlánticas y pruebas oceánicas, la Class40 pretende ahora endurecer sus requisitos en materia de equipos de supervivencia, como ya ha hecho la clase IMOCA tras el hundimiento de Kévin Escoffier durante la Vendée Globe 2020.

Los problemas de las balsas Waypoint, perfectamente homologadas según las normas ISO 9650-1, se conocen desde hace muchos años. Es lamentable que los regatistas y ciertas clases esperen a estar muy cerca de un accidente mortal para anticiparse a estas disfunciones y garantizar una mayor seguridad a los navegantes.

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