La Ocean Race Europa 2025: escalas IMOCA y retos marítimos de una travesía europea

La Europa costera en seis semanas, siete tripulaciones y otros tantos desafíos náuticos a bordo de barcos IMOCA recortados para mar abierto. Esta segunda edición de The Ocean Race Europe une el Báltico con el Adriático, con especial atención a las ciencias oceánicas, las tripulaciones mixtas y las competencias técnicas a bordo.

Las regatas oceánicas son algo más que una regata transatlántica o una circunnavegación del globo. La Ocean Race Europe 2025 demuestra que el formato de gran premio itinerante es capaz de combinar rendimiento náutico, desafíos mediterráneos y sensibilización sobre la salud de los océanos. Con salida de Kiel (Alemania) el 10 de agosto de 2025 y llegó a la bahía de Boka (Montenegro) el 21 de septiembre de 2025 entre los dos, 5 etapas navegación multicuenca y una flota de 7 IMOCA hidroalas con tripulaciones mixtas.

IMOCA en el Mediterráneo: prestaciones y configuraciones a medida

Navegar con un IMOCA en mar cerrado significa hacer ajustes. Estos barcos de 60 pies, diseñados para los vientos alisios y los mares abiertos, tienen que enfrentarse a una masa de agua más inestable, a transiciones meteorológicas más rápidas y a escalas frecuentes. El ejercicio exige configuraciones de velas reactivas, una mayor vigilancia sobre las orzas y los foils, y una gestión afinada de los rumbos a corto plazo.

Puertos de escala: entre la recepción portuaria y la logística deportiva

Portsmouth, Matosinhos, Cartagena, Niza y Génova: todas estas escalas son oportunidades para poner a prueba la logística portuaria de los barcos IMOCA. La acogida de estos monocascos requiere infraestructuras adaptadas, en particular para el aparejo, la varada y las intervenciones técnicas rápidas. También se atiende al público y a las escuelas, con el fin de sensibilizar sobre las cuestiones medioambientales.

Composición de la tripulación: diversidad y competencias a bordo

Cada tripulación se compone de cuatro marineros, entre ellos al menos una mujer, y de al menos dos nacionalidades. Esta regla fomenta la diversidad de género y cultural, pero también impone unos conocimientos técnicos compartidos y unos sólidos protocolos de comunicación. Los perfiles suelen ser complementarios: veteranos de las regatas oceánicas en solitario, jóvenes talentos de alta mar y responsables de los medios de comunicación a bordo.

Transmisión en directo: una inmersión a bordo

La flota está equipada con la última tecnología de comunicaciones por satélite. El objetivo es ofrecer enlaces en directo o grabados con las distintas plataformas. Las imágenes de los drones, las cámaras fijas y las grabaciones sonoras garantizan una inmersión total en la vida a bordo. Una obligación técnica permanente para las tripulaciones, que deben mantener estos equipos sin demora.

Recogida de datos oceánicos: sensores a bordo y retos climáticos

Cada IMOCA está equipado con sensores que recogen datos oceánicos en tiempo real: temperatura del agua, salinidad, presencia de microplásticos. Estas mediciones contribuyen a las bases de datos científicas compartidas con el programa "Racing for the Ocean". Integrar la ciencia en la regata exige una recogida de datos rigurosa y una rutina específica de mantenimiento de los instrumentos.

Esta regata a escala europea no pretende revolucionar la vela oceánica, pero sí esbozar una evolución: aquella en la que el rendimiento, el compromiso medioambiental y la apertura de las tripulaciones se dan cita al ritmo de las etapas continentales.

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