Con el GX38 Voyager, GX Superyachts entra en el campo de los yates de expedición. Este modelo de 38 metros, presentado en Mónaco, combina una gran autonomía con el confort de un gran yate, al tiempo que adopta un enfoque más eficiente desde el punto de vista energético. Destinado a los propietarios que deseen navegar a zonas aisladas, destaca por su arquitectura híbrida y su diseño oceánico.

Propulsión híbrida para ampliar la autonomía
El GX38 Voyager se basa en un sistema híbrido que combina motores eléctricos, generadores diésel y paneles solares. Según el astillero, esta configuración reduce las emisiones en torno a un 30% en comparación con un motor diésel convencional.
En modo híbrido a 6 nudos, la embarcación tendría una autonomía de unas 10.000 millas. Esto sitúa al GX38 entre los yates capaces de cruzar varios océanos sin escalas. La velocidad máxima, fijada en 16 nudos, sigue siendo coherente con un programa de crucero de larga distancia.
Un casco de aluminio reforzado para mares polares
Una característica especial del GX38 Voyager es que su casco está certificado para el hielo, algo poco habitual en una estructura de aluminio. El astillero quería combinar resistencia y ligereza para permitir el acceso a zonas de navegación árticas y antárticas.
Se han previsto dos versiones: una configuración clásica con una manga de 8,2 m, y una opción más ancha con una manga de más de 9 m. Esta última ofrece un mayor volumen a proa, lo que optimiza la distribución del espacio interior y la estabilidad en el mar.

Un diseño modular para cruceros largos
El GX38 Voyager ha sido diseñado para albergar cómodamente de 5 a 6 camarotes, complementados por una tripulación de 6 a 7 personas. La distribución general favorece la flexibilidad: la zona de estar principal, el gran salón y el comedor pueden configurarse según las necesidades del propietario.
La cubierta principal cuenta con una suite del armador de ancho completo, mientras que la cubierta inferior alberga los camarotes de invitados. El astillero habla también de una variante con una suite en la cubierta superior, que ofrece acceso directo a una zona privada.

Espacios exteriores diseñados para la independencia
Las zonas exteriores se basan en los códigos de la exploración, con cubiertas abiertas y polivalentes. La popa alberga una gran plataforma capaz de alojar un jacuzzi, embarcaciones auxiliares o un pequeño vehículo terrestre. En la proa, un salón con brasero sirve de zona de observación.
Otra particularidad es un puesto de observación situado bajo el mástil del âeuros, conocido como "nido de águila", que puede utilizarse para vigilar la fauna o las costas durante las aproximaciones. Este tipo de disposición, inspirada en los buques de expediciones cientÃficas, ilustra la vocación exploratoria del proyecto.

Continuidad del diseño de Marco Casali
El arquitecto italiano Marco Casali es el responsable del diseño exterior e interior del GX38 Voyager, continuando su colaboración con GX Superyachts. El objetivo es mantener la coherencia visual entre los modelos de la gama âeuros GX34, GX38 y GX42 âeuros, adaptando al mismo tiempo cada proyecto a su programa de navegación. Las líneas tensas, el acristalamiento panorámico y la fluidez entre los espacios interiores y exteriores reflejan este enfoque.
Un posicionamiento claro: explorar de forma diferente
Para GX Superyachts, el GX38 Voyager no es un yate de crucero clásico, sino una cómoda embarcación de expedición autónoma. Su motor híbrido, su autonomía récord y su modularidad lo convierten en la herramienta de viaje ideal para largas travesías sin asistencia portuaria.
El astillero, con sede en Turquía y socio constructor SES Yachts, tiene previsto entregar el primer GX42 en el verano de 2026, mientras que el GX38 entra ahora en la fase de desarrollo avanzado.