Neoliner Origin: un Merry Fisher 895 cruza el Atlántico llevado por el viento

© Neoline

El astillero Jeanneau (Groupe Bénéteau) ha confiado el transporte de un Merry Fisher 895 a Neoline Origin, el primer buque ro-ro transatlántico propulsado por motores diésel. Un punto de inflexión logístico para la náutica industrial y una prueba a gran escala del transporte marítimo sin emisiones de carbono.

Una primicia mundial para la náutica industrial

La escena es simbólica: un Merry Fisher 895, modelo bien conocido por los navegantes costeros, sale de Francia a bordo de un velero de 136 metros. Pero no un velero cualquiera. El Origen Neoliner es el primer carguero a vela de nueva generación que realiza una ruta transatlántica regular. A bordo viajan una docena de clientes, entre ellos Renault, Clarins... y ahora Jeanneau.

Este transporte constituye una primicia mundial para el Grupo Bénéteau: es la primera vez que un astillero confía una embarcación de recreo a un buque de propulsión predominantemente diesel para cruzar el Atlántico. Destino: Baltimore, Estados Unidos.

Una alternativa creíble al transporte de mercancías tradicional

Con sus dos mástiles de carbono de 76 metros, sus velas rígidas automatizadas y su asistencia de motor ultrarracional (reservada a las maniobras portuarias), el Origen Neoliner entre un 75% y un 80% en comparación con un carguero convencional. El buque realiza una rotación mensual entre Saint-Nazaire, Saint-Pierre-et-Miquelon, Baltimore y Halifax, a una velocidad media de 11 nudos.

Diseñado por Chantiers de l'Atlantique, este moderno transbordador de carga rodada busca la rentabilidad económica reduciendo drásticamente el impacto medioambiental del transporte marítimo. Puede transportar hasta 265 TEU (contenedores equivalentes a veinte pies), además de mercancías de gran tamaño y material rodante como unidades Jeanneau.

Un paso adelante en la estrategia de baja emisión de carbono del Grupo Bénéteau

Para el Grupo Bénéteau, que ha iniciado su transición hacia unidades híbridas y eléctricas, la experimentación de este modo de transporte forma parte de un planteamiento más amplio. Reducción de emisiones, elección de materiales, sobriedad a bordo... La cadena logística no puede quedarse al margen. La asociación con Neoline se inscribe en la voluntad del Grupo de hacer también más ecológicos sus flujos de salida, en particular hacia Norteamérica, su principal mercado de exportación.

"No es sólo una expedición, es una orientación" comenta un ejecutivo de logística. " El día que esta solución se generalice, tendremos que estar preparados

Retos logísticos, pero también políticos e industriales

Detrás de esta operación está CMA CGM, accionista de referencia de Neoline (37% del capital) y actor principal de la estrategia marítima francesa. El apoyo del Grupo, unido a la inversión pública (Banque des Territoires, Región Pays de la Loire, Ademe Investissement), ha permitido hacer realidad un proyecto lanzado en 2011.

Este primer transporte a escala real de una embarcación de recreo podría allanar el camino a otros flujos especializados. ¿Veleros, semirrígidos, catamaranes transportados a vela? La idea ya no es marginal. En cualquier caso, plantea una cuestión concreta: ¿cómo navegaremos en el futuro, en un mundo de recursos limitados y normas climáticas más estrictas?

Otra nave ya anunciada para 2026

Neoline tiene previsto construir un segundo buque de la misma clase para 2026. El objetivo declarado es estabilizar un suministro regular de carga sin emisiones de carbono en las principales rutas del Atlántico Norte. Para el sector de la náutica de recreo, especialmente el de la fachada atlántica, estas nuevas opciones logísticas podrían convertirse en parte integrante de los debates futuros.