Historia
La canoa tradicional guadalupeña es el resultado del desarrollo en el siglo XX de regatas basadas en las canoas utilizadas para la pesca y el transporte en el archipiélago. También se llaman canots saintois porque son el fruto de la adaptación de las canoas huecas bretonas por parte de los colonos a su llegada a Les Saintes. Un cruce exitoso, sinónimo de rendimiento. Tras el desarrollo de las lanchas a motor, estas canoas se han vuelto muy raras. Siguiendo el ejemplo de sus vecinos de Martinica, donde el circuito de yawl era muy popular, los guadalupeños relanzaron un campeonato de canoa en los años 90.
Un medidor preciso
Se ha redactado un medidor tipo regla de caja para que los diferentes barcos corran en igualdad de condiciones. Las principales características son las siguientes:
- Longitud máxima 5,35
- Anchura 1,80 m
- Construcción local de madera
- La tripulación está formada por un máximo de 6 tripulantes y 7 si son mujeres.
- El único lastre adicional permitido está constituido por sacos de arena o guijarros que se pueden dejar caer en el camino.
Un barco potente
Dotados de una vela mayor extremadamente potente, los barcos requieren una tripulación que se llama constantemente. Físicamente, la embarcación permite alcanzar picos de velocidad asombrosos en el surf y da lugar a grandes acrobacias
Una herramienta para proteger un patrimonio
El circuito tradicional de vela es una afirmación de identidad y patrimonio. La tradición que hay que conservar es tanto el barco como la construcción y la imagen local.