En 1957, el Pamir se hundió en medio del Atlántico. De 86 marineros, sólo sobrevivieron 6. Esta tragedia dejó huella en Jost Bernhardt, un alemán cuya empresa fabricaba trajes de buzo. Quedó fascinado por la supervivencia en el mar y empezó a diseñar chalecos salvavidas más eficaces que los bloques de espuma envueltos en tela que utilizaba la tripulación del Pamir.
Josh empezó a realizar estudios en los muelles sobre el comportamiento de los náufragos, en particular cuando perdían el conocimiento. Esta investigación se publicó (1958/59) en forma de 2 volúmenes: "Lifejacket Problems" y "Man in the Aquatic Environment", que han sido durante mucho tiempo referencias estándar.
De estos estudios surgió el primer chaleco que mantiene las vías respiratorias de un náufrago fuera del agua. El chaleco en forma de lágrima con flotabilidad detrás de la cabeza y volumen de espuma delante del cuerpo.
Desde entonces, la empresa se ha especializado en la fabricación de chalecos salvavidas. Tras haber ideado el primer chaleco salvavidas realmente eficaz, los productos SECUMAR siempre han sido pioneros. La fábrica produjo los primeros chalecos salvavidas con arneses integrados, cuellos de vellón y cuellos desmontables, un chaleco salvavidas con una mayor capacidad de 220N, una ventana de visualización para comprobar fácilmente el estado del percutor... Todas estas ideas, que ahora han sido adoptadas por toda la competición, tienen su origen en SECUMAR.
Entre 100 y 120 personas trabajan actualmente en SECUMAR, una empresa con certificación ISO. Cada año se producen unas 30.000 chaquetas, que generan unas ventas de unos 14 millones de euros. En 2004, la empresa se trasladó a nuevos locales para reorganizar la producción. La empresa trabaja en 3 mercados: la náutica de recreo, la industria y el ejército (toda la marina alemana utiliza chaquetas SECUMAR).
La empresa fabrica todas las piezas de sus chalecos. A diferencia de sus competidores, que utilizan percutores externos, SECUMAR fabrica su propio percutor, boquilla, pastilla de sal y sistema de sujeción tipo cinturón de seguridad. Por supuesto, todo el proceso de fabricación del chaleco, desde el diseño hasta la costura y la soldadura de los pulmones, se lleva a cabo en la propia empresa.
Para una total transparencia, al indicar la fecha de fabricación en los chalecos âeuros fecha que influye en la próxima revisión âeuros SECUMAR se ve obligada a trabajar justo a tiempo, sin existencias. ¡No se trata de poner en el mercado chalecos que ya han sido fabricados durante un año y que deben ser revisados al año siguiente!
La pasión por la seguridad está en los genes de la familia. Tanto es así que SECUMAR ha dedicado una sala a un museo, inaugurado con motivo del 50 aniversario de la empresa. Este museo reúne todos los objetos recogidos a lo largo de la vida de la empresa. Hay productos SECUMAR, pero también de marcas competidoras. Desde una maqueta del chaleco utilizado en el Pamir hasta el último chaleco utilizado en los aviones de combate. Es un verdadero peregrinaje por la historia de los chalecos salvavidas, que podrá visitar previa petición.
Así que si pasa por los suburbios de Hamburgo, no dude en hacer una parada. Merece la pena desviarse...
Eche un vistazo a nuestra visita a la fábrica de chalecos salvavidas SECUMAR.