Benoit Lecomte partió el 5 de junio de 2018 desde San Francisco para recorrer 8.000 kilómetros a nado hasta Tokio. Una apuesta loca para este francés que lleva 25 años viviendo en Estados Unidos y que lleva 7 años preparando esta nueva travesía. No es su primer intento, ya que en 1998 se convirtió en el primer hombre en cruzar a nado el Atlántico. Si la primera vez quiso homenajear a su padre y recaudar fondos para la investigación del cáncer, esta segunda vez lo volverá a hacer e intento será en beneficio del océano.
Junto con su tripulación -le acompañará en su travesía el velero Discover- recogerán datos sobre el océano y, en particular, sobre la contaminación por plásticos. 14 proyectos de investigación dirigidos por 27 instituciones científicas están asociados a La natación más larga.

El francés de 51 años -nacionalizado estadounidense- nadará 8 horas al día (unas 30 millas) y espera llegar en 6 u 8 meses, dependiendo de las corrientes marinas, y pasará 180 días en alta mar. Escoltado por el velero Discover, podrá comer y descansar allí antes de reanudar su viaje cada día.

Para esta travesía, el nadador irá equipado con un traje de neopreno, una máscara, aletas, un tubo y gafas. Pero también una pulsera para repeler a los tiburones. Quemará 8.000 calorías cada día, pero el barco tendrá las provisiones necesarias para asegurar todas las comidas de la mañana y la noche: 2,1 toneladas de alimentos.
Benoit Lecomte atravesará la parte norte del "continente de plástico", un vertedero flotante en el Océano Pacífico que tiene tres veces el tamaño de Francia. El equipo de la travesía más larga tomará muestras a lo largo de la misma para construir una base de datos e instalar balizas en los restos más grandes para seguir su trayectoria.