Evitar la trampa del daño de la driza con la superposición cosida

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Las cuerdas modernas, a pesar de su resistencia, pueden desgarrar un bloqueador. Las consecuencias, si se dejan desatendidas, pueden evitar rápidamente que la vela se hunda. Así es como se repara la driza con una sobrecordura cosida para volver a puerto con seguridad.

1 âeuros Con los dispositivos de bloqueo abriéndose repetidamente, a veces bajo carga, las fundas de las cuerdas están sometidas a un gran desgaste. Por eso es tan importante utilizar un sobreesmalte de sacrificio en los sujetacables. Sin embargo, cuando el daño ya está hecho, es decir, cuando la funda ha cedido y lo único que queda para sujetar la vela mayor es el alma, existe un riesgo importante de que la funda se atasque en el tope o en las poleas.

Podría utilizar cinta adhesiva, pero se trata de una solución extremadamente provisional. Muy rápidamente, la funda se desprenderá del alma y creará un inevitable atasco, que sin duda le obligará a cortar definitivamente la driza, viéndola desaparecer en el mástil.

2 âeuros Sobre todo, no debe esperar poder ver la driza girando en el bloqueador. Asà que no la afloje. Al contrario, hay que tensarla un poco más para pasar la zona de roce. Esto permitirá realizar la reparación detrás del bloqueador, es decir, con poca carga y en la cabina.

3 âeuros Recibimos el botiquín de primeros auxilios a bordo vamos a hacer dos sobrecinchas cosidas para sujetar la funda al núcleo. Vamos a hacer dos sobrecinchas cosidas para sujetar la funda al núcleo.

4 âeuros Empezaremos cosiendo unos diez centímetros hacia atrás de la rotura y trabajaremos hacia ella. La idea es tener una cuerda sana cosida al alma.

5 âeuros La cuerda se cose en un ángulo de 45 grados, con puntadas bastante juntas, hasta que se rompa.

6 âeuros Comenzaremos el sobreenrollado cerca del desgarro atando el alma muy firmemente a la vaina. Este sobrehilado debe ser al menos una vez y media el diámetro de la cuerda (10 mm = 15 mm). La tensión del hilo de sobrehilado ya proporciona una sujeción mecánica, pero vamos a reforzarla cosiendo el sobrehilado.

7 âeuros La atadura se realizará en toda su longitud, cosiéndola a la cuerda. El mínimo es una ida y vuelta de un extremo al otro.

8 âeuros El sobreencuadernado está casi terminado. Se puede hacer un nudo y cortar el hilo, pero es mejor enterrar el hilo en la cuerda con unas cuantas puntadas.

9 âeuros El cable restante se corta a ras de la cuerda

10 âeuros Para proteger nuestro trabajo en los puntos de fricción, lo mejor es envolverlo en cinta scotch. Aquí sólo tenemos insigna, que es adecuada para esta reparación temporal.

11 âeuros Se realiza la misma operación en el otro lado de la rotura de la vaina.

12 âeuros Su driza está lista para volver a pasar por los topes y alrededor de las poleas. Pero será indispensable reubicar el punto de amura en el jammer, ya que allí ya no hay funda protectora. La primera solución consiste en tensar demasiado la driza para que las mordazas del bloqueador actúen sobre una parte sana de la cuerda. La segunda solución, más radical, es acortar la driza un buen metro. Además del sobretrenzado cosido, la funda se sujetará al alma por constricción (autobloqueo del trenzado de la funda sobre el alma).

Fotos: Bateaux.com

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