Una historia increíble para nuestro marinero Hugo. Anclado tranquilamente en Guadalupe, vio cómo se estrellaba un avión de turistas justo a su lado Afortunadamente, nadie resultó herido. Pero el avión se hundió.
A poca profundidad (unos 5 m), Hugo pudo sumergirse en los restos para visitar el interior del avión. Incluso aprovechó para recuperar algunas de las pertenencias del piloto y devolverlas a las autoridades.
Este interludio marca el crucero de Hugo por el Caribe, que continúa a pesar de la ausencia de motor. Recordemos que tras el invernaje, el motor ha abandonado el fantasma y que Hugo siempre busca repuestos de segunda mano.
Pero, afortunadamente, el Écume de Mer es un barco de vela e incluso sin motor, se puede disfrutar de los fondeaderos siempre que se tenga paciencia y se aprovechen las condiciones meteorológicas.