Tres días bajo el mar
Tras una larga fase de instalación, llega el momento de que Emmanuelle, Ghislain y los buzos prueben la cápsula. Sumergido a 20 m de profundidad, este cilindro con cúpulas transparentes en sus extremos les permitirá estudiar a los peces en su entorno sin interrupciones.
Antes de instalarnos durante tres días, pasemos a la logística. El equipo técnico, las pertenencias personales, la comida y la ropa se llevan en lanzaderas, cajas estancas que permiten transportar las pertenencias desde la superficie hasta debajo del agua. Todo está listo, los buzos están listos para probar la experiencia. Si te preguntas por la voz, recuerda que el medio que les permite respirar está basado en el helio
Durante tres días, estos humanos vivirán al ritmo de los peces "Estoy haciendo realidad mi sueño. Es increíble poder vivir bajo el mar y verlo desde dentro" En efecto, gracias a las dos grandes cúpulas, tienen una visión de 360° del entorno y seguirán la actividad del arrecife desde la aparición de los primeros rayos del sol hasta la puesta de sol.
Dos planes de estudio
Gracias a esta observación ininterrumpida y a las inmersiones ilimitadas entre 15 y 35 m de profundidad, se han definido dos programas de estudio con el Criobe :
- Los corales y su desove
- la vida del arrecife al amanecer y al atardecer.
Las sesiones de observación en seco en la cápsula van seguidas de sesiones de observación en inmersión. "Es como salir de nuestra casa, excepto que estamos bajo el agua" Esta es una oportunidad para estudiar los peces de cerca y tomar notas sobre su comportamiento.
A bordo de la Cápsula se establecen hábitos y rituales: las comidas, el cepillado de dientes, las buenas noches de los niños por la pantalla, el sueño, la lectura..
Descompresión y pruebas fisiológicas
Pero después de tres días, es hora de volver a subir. A continuación, debe seguirse un procedimiento de descompresión en dos fases. La primera parte en la cápsula y la segunda bajo el mar. En total, son 4 horas de desaturación que los buceadores deben respetar antes de volver a la superficie.
Una vez en tierra, la experiencia no termina ahí. Los buzos participan en una batería de exámenes y pruebas fisiológicas para garantizar la seguridad de la descompresión. La idea es utilizar esta experiencia para estudiar la fisiología del buceo.