El Tara fue diseñado por el explorador Jean-Louis Etienne, que soñaba con seguir los pasos del noruego Fridtjof Nansen, el primer explorador que realizó la deriva transpolar. Por falta de fondos, vendió su barco al famoso regatista Peter Blake, que se distinguió notablemente en la Copa América, antes de que se hiciera con él un empresario francés, Etienne Bourgois, que lo transformó en una base científica en el océano. Sin embargo, la goleta cumplirá la deriva para la que fue diseñada en 2007. El 8 de mayo, el Tara y su tripulación, dirigida por el neozelandés Grant Redvers, pasaron a 88° 32' N, la posición más septentrional jamás alcanzada por un barco que no fuera un rompehielos o un submarino, a 160 km del Polo Norte. Mientras que Nansen en su barco había tardado tres años en completar la deriva ártica, Tara sólo tardará dieciséis.

Esta es la historia de la goleta Tara, nacida de la ambiciýn de su diseýador en 1986 y que ahora es el buque insignia de la Fundaciýn Tara Expeditions, la primera fundaciýn reconocida de utilidad pýblica dedicada al Ocýano. Si hoy su vocación es servir de plataforma científica para predecir y anticipar mejor el impacto del cambio climático, se inspira en el Fram, un barco concebido y diseñado de forma diferente a los códigos vigentes en el siglo XIX.

I - Originalmente, el Fram, el primer barco en lograr la deriva transpolar
II - El nacimiento de la Antártida, una réplica del Fram
III - El Seamaster-Omega de Peter Blake para salvar los océanos