En noviembre de 2019, l'Hydroptère comprada por un tándem franco-americano (Gabriel Terrasse y Chris Welsh) estaba siendo enviado de vuelta por mar desde Hawai a California. Esta aventura (15 días en el mar) le permitió unirse al astillero de Chris Wesh. De hecho, este tiene su propio astillero. Así que cuando el confinamiento llega en marzo de 2020, es en este astillero que los 2 hombres acompañados por el Capt'n Boat se confinan con el objetivo de desmantelar el velero y ponerlo en seco.
Contactado por teléfono Gabriel explica: "Es genial, porque los 3 estamos confinados sin que los gestos de barrera nos lo impidan. Podemos dedicar todos nuestros días al barco. Con el equipo de elevación que tenemos, empezamos por desmantelar. Una vez en el suelo, pulimos el mástil completamente y lo protegimos con una película de envoltura. Luego nos dispusimos a desmantelar el barco. Este trimarán fue diseñado para ser completamente desmontable. Pero normalmente esto se hace una vez que el barco es sacado a secar. Debido a la falta de espacio, elegimos desmantelar el barco en el agua!"
Se consultó a los ingenieros que diseñaron el velero. Este equipo, que se llaman a sí mismos "los Papas", estaban un poco preocupados: "Los conocí en una de mis visitas a Toulouse. Fue una reunión increíble. ¡Ver a estos ex-alumnos retirados hablar tan fervientemente de su trabajo! En esa ocasión, también me confiaron los planos y diagramas que tenían en su poder, que me son muy útiles hoy en día"
Aparte de unos pocos pernos corroídos, el desmontaje funcionó bien: "Quitamos los skimmers, luego las láminas antes de desenganchar los brazos del casco central. Procedimos a estribor primero, luego la misma operación a babor. Finalmente, sacamos el casco central del agua"
Junto con el barco, Gabriel y Chris también habían conseguido 2 contenedores para el mantenimiento del barco. Dos contenedores de 45 pies marcados con el nombre de l'Hydroptère que contenían las piezas de repuesto, pero también las cajas para las diferentes piezas. De esta manera, las láminas o el plan de apoyo de popa (PPAR para los íntimos) podrían ser almacenados limpiamente.
Ahora todas las piezas del barco, como un rompecabezas, están a salvo en tierra. El próximo trabajo será inspeccionarlos uno por uno con ultrasonidos para validar su solidez. Este desmantelamiento no reveló ninguna nueva sorpresa. Y aunque este período de cuarentena no es propicio para encontrar un presupuesto, el calendario del astillero no se ve muy afectado hoy en día. El proyecto de hacer que l'Hydroptère vuele de nuevo en 2020 está todavía en la mesa de dibujo..















