Soy Yannick Bestaven, el patrón del barco Maitre Coq. Un hidrodeslizador IMOCA con el que participará en la Vendée Globe 2020. Tengo muy buenos recuerdos cuando estaba en mi barco, que estaba bien montado en los polvorientos alisios. El barco se levanta sobre su florete y empieza a cabecear. El velocímetro se vuelve loco. Las velocidades aumentan. Y entonces, con el barco bien trimado, me encuentro en la parte de atrás del barco agarrado a las guías y observando lo que pasa. Y sentir esa sensación de
deslizamiento, potencia y velocidad...
No cambiaría mi lugar en el mundo por nada... Es una felicidad tan solitaria poder conducir una máquina así. Este deslizamiento en lámina, estamos entre el agua y el aire. Puedes sentir que el barco vuela, pero también que se desliza sobre el agua a gran velocidad. El sonido del mar filtrándose bajo el casco del barco. Es una sensación extrema, agradable, de felicidad, de deslizamiento, y al mismo tiempo de vuelo.