Soy Manuel Cousin, patrón del IMOCA Groupe Setin. Uno de los buenos momentos, una de las puras alegrías que he podido vivir, es el final de la Ruta del Ron 2018. Fue simplemente increíble porque este día era algo con lo que soñaba desde hace años en la Route du Rhum, antes de embarcarme en la Vendée Globe en 2020.
Para esta llegada, todo estaba allí. Después de la famosa vuelta a Guadalupe, que fue a la inversa, ¡el final fue aún más mágico! Así que el recorrido de la
Guadalupe a sotavento, con la boya de Basse-Terre para pasar a sotavento que era un horror. Durante toda la noche luché sin viento para pasar esta boya de Basse-Terre. Y luego, una vez rodeado el sur de la isla, dejé las Saintes a mi derecha, a mi estribor, subo por la costa este llego alrededor de las 11 de la mañana hace un tiempo fabuloso, el sol está ahí. Sé que todo mi equipo está ahí. Mi mujer está con mi equipo. Llego alrededor de las 11:30. Cruzo la línea, solo en mi barco, pero el equipo que está allí gritando con los brazos en alto, todavía tengo emoción en mi voz mientras hablo. Creo que es el momento más fuerte que he vivido hasta ahora en un barco. Es realmente un momento de puro orgullo, de agradecimiento al equipo porque estamos solos en el barco, pero está todo el equipo trabajando duro detrás de nosotros. En ese momento todo estaba allí: el sol, la cantidad justa de viento para que el barco
se desliza por su cuenta aquí está todo el equipo que estaba allí, el director de la carrera, la organización. Sientes que vives con una fuerza increíble. Fue un momento de pura felicidad.
