Un barco de 23 pies en el Atlántico: la apuesta de un pequeño barco en un gran océano

En septiembre de 2021, Charlotte y yo salimos del puerto de Granville a bordo de un velero de siete metros para realizar un viaje de un año por el Atlántico. Estas son las razones que nos hicieron elegir este pequeño barco.

Armadas de Muscadet, tablas de vela, la embarcación semirrígida del Doctor Bombardeuros No faltan ejemplos de embarcaciones frágiles que han realizado grandes travesías oceánicas, como tampoco faltan los adagios que destacan las capacidades de las unidades de tamaño modesto. Por ejemplo, se suele decir que los barcos pequeños son los que llegan más lejos Sin embargo, hay que admitir que, aparte de los participantes en la minirregata transatlántica, muy pocos estarían dispuestos a intentar la aventura en un casco de menos de 30 o 40 pies. No obstante, la idea es atractiva por una serie de razones. Ya sea por motivos económicos o logísticos, estas razones nos motivaron a elegir un humilde barco de 23 pies llamado Nordkyn para llevarnos en nuestro sueño de un gran viaje en barco.

L'Etap 23 à terre
El Etap 23 en tierra

Una base sólida para viajar

Los fiordos de Spitzbergen, los lagos de Escocia, la costa irlandesa... no hay muchos veleros de siete metros que se atrevan a pasear por esas aguas. Sin embargo, aquí es donde nuestra valiente Nordkyn se aventuró en su vida anterior. Sus antiguos propietarios habían elegido el Etap 23 por su transportabilidad, que les permitía descubrir estas lejanas costas transportando el barco en la cubierta de un buque de carga o en un remolque por carretera. Esto no fue un factor determinante en nuestro caso (aunque el enganche proporciona una serie de comodidades, sobre todo en zonas donde no se puede confiar demasiado en los espacios del puerto). Inevitablemente, después de escuchar las historias de sus anteriores peregrinaciones, era difícil no enamorarse de este pequeño barco, que está especialmente bien conservado para su edad (35 años). Cuidadosamente mantenidos y meticulosamente equipados, Nordkyn y yo estábamos seguros de que teníamos una base sólida desde la que preparar nuestro proyecto.

Un intérieur judicieusement aménagé
Un interior bien diseñado

Un barco ingenioso

Una vez superada la reacción inicial, hay que admitir que el Etap 23 destaca por su diseño francamente funcional. En un volumen estrecho, la distribución y el almacenamiento están notablemente bien pensados, inspirados en conceptos que han demostrado su eficacia en barcos de esta categoría. La mesa extraíble, por ejemplo, puede instalarse en el salón o en el exterior, en el centro de la cabina. Sobre todo, con este yate, todo parece haberse hecho para facilitar las operaciones de mantenimiento o las posibles reparaciones. Como el mástil de un barco de dos palos, que permite desarbolar o volver a arbolar en pocas horas. Sin olvidar el motor en el pozo, fácilmente accesible y desmontable. En resumen, cuando uno sale con esta embarcación, tiene la sensación de que, sea cual sea la avería, una caja de herramientas y un poco de ingenio serán suficientes para resolver problemas que requerirían la intervención de un equipo de profesionales en una unidad mayor.

Un moteur en puit facilement démontable
Motor de pozo fácilmente desmontable

¿Y si tuviera que hacerlo de nuevo?

Por supuesto, después de dos meses de viaje salpicado por algunas largas travesías, empezamos a tener una pequeña idea de las debilidades de nuestra montura. Si tuviéramos que elegir otro barco, probablemente optaríamos por un casco más grande, que ofrezca más estabilidad en el mar y más comodidad. Las espumas que hacen insumergible al Etap 23 reducen considerablemente el espacio interior (sólo tenemos un metro y medio de espacio libre). Además, la orza retráctil no es realmente interesante una vez que se ha salido de las costas altamente mareales de Normandía o Bretaña. En caso de mal tiempo, sin duda estaríamos mejor en un barco de quilla con una línea de flotación más larga y una buena superficie sumergida. Así, es difícil no mirar con envidia los modelos con uno o dos pies de más, como el Jouët 24 o el intemporal Sangria.

Más artículos sobre el tema