Mito o realidad, el Holandés Errante ronda las historias de marineros. Su leyenda se remonta a varios siglos atrás y sigue alimentando sueños y pesadillas. Encabeza la lista de barcos fantasma que rondan nuestros mares.
Un pacto con el diablo
Es difícil trazar una leyenda. La leyenda del Holandés Errante se remonta al siglo XVII, con un barco fletado por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. A bordo iba un capitán holandés llamado, según algunos, Bernard Fokke y, según otros, Van der Decken.
Este feo capitán logró una auténtica proeza: navegó desde Holanda hasta la isla de Java, en Indonesia, en sólo tres meses. Se decía que volaba sobre el mar para ir tan rápido. ¿Un milagro? No. Un pacto con el diablo, dijeron los celosos.
Un día, de camino a casa, el barco, su capitán y su tripulación desaparecieron sin dejar rastro. Desde entonces, la leyenda del Holandés Errante comenzó a crecer.
Un trágico naufragio
A lo largo de la historia se han desarrollado muchas versiones sobre la desaparición del Holandés Errante. En la primera mención escrita de esta leyenda, en 1790, se dice que el barco intentó entrar en puerto en el Cabo de Buena Esperanza durante una devastadora tormenta, pero al no encontrar práctico, se hundió.
Más tarde, en 1821, el escritor francés Auguste Jal relató la leyenda que envolvía al capitán. Se dice que el capitán desafió al cielo para hundir su barco durante la tormenta. Una forma luminosa apareció y maldijo el barco y a toda la tripulación, condenándolos a vagar por la eternidad.
Victor Hugo inmortalizó esta historia en un poema:
Es el holandés, el barco
¡Que marque el dedo flamígero!
¡El esquife castigado!
¡Es la vela rebelde!
Es el siniestro pirata
Del infinito.
Apariciones del Holandés Errante
Muchos marineros han declarado haber visto al Holandés sobrevolando las aguas en las peores tormentas que puede soportar el mar. Verlo no es un buen presagio.
A lo largo de las décadas, el Holandés ha aparecido ante muchos navegantes. En 1881, el duque de York, futuro rey de Inglaterra como Jorge V, declaró haberlo visto a bordo del buque escuela La Bacante en aguas australianas. Inmediatamente después de este encuentro, el vigilante cayó desde lo alto del mástil y murió.
Aunque desde la segunda mitad del siglo XX no se ha vuelto a hablar de su aparición en el mar, el Holandés Errante sigue vivo en la literatura y en nuestras pantallas.