Desde las aguas de Norteamérica hasta las costas del Egeo, Tim Severin ha aunado aventura, historia y arqueología marítima en expediciones de notable precisión. Recorriendo las grandes epopeyas de los exploradores del Mississippi, Brendan, Sindbad, Jasón y Ulises, este aventurero moderno ha devuelto la vida a relatos milenarios y ha demostrado su viabilidad mediante un rigor y una determinación científicos sin parangón. Estas navegaciones se relatan en una serie de libros que recorren 5 expediciones legendarias.
Exporadores del Mississippi una odisea fluvial americana
En 1967, Tim Severin se embarcó en una aventura fluvial por el Mississippi para seguir los pasos de exploradores legendarios. Desde los conquistadores españoles hasta los comerciantes del siglo XIX, recrea estos viajes en barcos históricos. Una expedición que pone de relieve los desafíos físicos y geográficos a los que se enfrentaron estos aventureros: corrientes caprichosas, bancos de arena traicioneros y bosques inhóspitos que bordean las orillas del Mississippi. Severin describe los desastres y aventuras de figuras emblemáticas pero a menudo incomprendidas de la historia de Estados Unidos, al tiempo que revela las maniobras oportunistas de personajes más oscuros que explotaron el río para sus propios fines.

El viaje de Brendan los orígenes del Nuevo Mundo
Inspirándose en los relatos medievales del monje irlandés Brendan, Severin emprendió una reconstrucción histórica. Convencido de que el santo podría haber cruzado el Atlántico mucho antes que Cristóbal Colón, mandó construir un currach, una embarcación tradicional irlandesa. Esta embarcación de 11 metros, hecha de madera de fresno y cuero de buey, se construyó con técnicas tradicionales. Con una tripulación decidida, Severin partió de Irlanda en mayo de 1976, cruzó las Hébridas, las islas Feroe e Islandia, y llegó a Terranova en junio de 1977, tras recorrer 4.500 millas náuticas. El relato identifica varios lugares bíblicos descritos en las hagiografías: "la Isla de las Ovejas" recuerda a las Islas Feroe, mientras que las "montañas que arrojaban piedras" recuerdan a los volcanes islandeses. Este viaje confirmó que este tipo de embarcaciones podían sobrevivir a las travesías oceánicas. El barco, expuesto en el Museo de Craggaunowen (Irlanda), es testigo de esta aventura, que cautivó a millones de lectores.




El viaje de Simbad la ruta de las especias
En 1980, Severin se inspiró en Las mil y una noches y en la leyenda de Simbad para explorar las rutas marítimas medievales que unían Arabia con China. Con el apoyo del Sultanato de Omán, mandó construir el Sohar, réplica de un dhow árabe del siglo IX. Este barco, de 26,5 metros de eslora, está totalmente ensamblado a mano, sin clavos, con métodos tradicionales y equipado con una vela latina de algodón. El Sohar zarpó de Sour en noviembre de 1980 con una tripulación de 25 personas. Navegando por estima y por las estrellas, Severin recorrió 6.000 millas en 8 meses. Recorrió la costa de Malabar, Sri Lanka, el estrecho de Malaca y Singapur antes de llegar a Guangzhou (China) en julio de 1981. Este viaje épico demuestra la importancia de estos barcos en el comercio de especias y la transmisión cultural entre Oriente y Occidente.



El viaje de Jason la búsqueda del Vellocino de Oro
En 1984, Tim Severin retomó la Argonáutica de Apolonio de Rodas rememorando el mítico viaje de Jasón y los Argonautas. En colaboración con el carpintero griego Vasilis Delimitros, construyó una galera de 16,50 metros inspirada en modelos de la Edad de Bronce. Esta réplica, llamada Argo, estaba propulsada por 20 remeros y una vela cuadrada. Partiendo del norte de Grecia, Severin navegó por los Dardanelos, el mar de Mármara y el Bósforo antes de llegar al mar Negro. El viaje de 1.500 millas le llevó hasta Georgia, donde identificó los lugares mencionados en la leyenda. Se validó la hipótesis de que el Vellocino de Oro simbolizaba las técnicas locales de lavado de oro en ríos montañosos.






El viaje de Ulises navegar de Troya a Ítaca
Con el Argo en 1985, Severin continuó la ruta mítica de Ulises descrita en la Odisea de Homero. Explorando las islas griegas y el litoral mediterráneo, identificó los lugares por donde se supone que pasó Ulises: la tierra de los lotófagos, las "rocas errantes" de las sirenas y Caribdis y Escila. Este viaje, que combina arqueología, literatura y exploración náutica, confirma la influencia de las tradiciones orales en los relatos fundacionales de la Antigüedad. Combinando la navegación experimental y el análisis textual, Severin demuestra que los relatos homéricos están enraizados en realidades geográficas y marítimas.


A lo largo de estas 5 expediciones legendarias, Tim Severin se ha erigido en barquero de la memoria, enlazando hábilmente el pasado con el presente gracias a su conocimiento de las técnicas ancestrales de construcción y navegación, y a su dedicación a dar vida a los relatos míticos. Sus viajes demuestran que las historias antiguas, lejos de ser puramente imaginarias, a menudo se basan en fundamentos históricos tangibles.

Tim Severin falleció en 2020 a la edad de 80 años. Todas las fotos de archivo de sus viajes pueden verse en su página web: