¿Por qué un sol rojo al amanecer es señal de mala suerte para los marineros? ¿Es cierta esta superstición? Comprobemos lo que nos dicen las ciencias meteorológicas.
¿Por qué cambia de color el cielo?
Antes de entender qué significa un amanecer rojo, debemos saber por qué cambia de color el cielo. La luz solar blanca es en realidad una mezcla de todos los colores del arco iris. Viaja en ondas y cada color tiene su propia longitud de onda.
Cuando entran en la atmósfera, estas ondas encuentran moléculas en el aire, gotas de agua, polvo, contaminación, en resumen, obstáculos.
Las moléculas de aire dispersarán mejor las longitudes de onda más cortas, es decir, los colores predominantemente azules. En cambio, las moléculas de aire dispersan muy poco las longitudes de onda más largas, como las del rojo.
Así, las tonalidades del cielo dependen de la concentración de vapor de agua y polvo en el cielo.
El color rojo en el cielo
Por la mañana y por la tarde, el sol está bajo en el horizonte. Por tanto, su luz debe atravesar una capa de atmósfera de diez a quince veces mayor para llegar hasta nosotros que en el cenit.
Así pues, la dispersión de las ondas será más importante en estas largas distancias y favorecerá los colores cálidos en detrimento de las ondas cortas de color azul. Por eso los amaneceres y atardeceres tienen tonos anaranjados, rosados y rojizos.
Lo que dicen los colores sobre el tiempo
" Rosa mañanera, no prestes tu capa al vecino ". Los tonos cálidos de la mañana son los primeros indicios de un sistema de bajas presiones y sus estelas de lluvia, de ahí que se diga que hay que abrigarse para protegerse de la lluvia.
Esto se debe a que el polvo tiende a acumularse en el cielo durante los episodios de altas presiones cuando hace buen tiempo. A medida que los sistemas meteorológicos se desplazan de oeste a este, las tonalidades cálidas por la mañana indican que una zona de altas presiones y buen tiempo se desplaza hacia el este, por el lado por donde sale el sol. A continuación, una zona de baja presión y peor tiempo se sitúa al oeste, pudiendo traer consigo lluvia y viento.
Así pues, el marinero tiene razón al desconfiar de un amanecer demasiado bueno
