Angra do Heroísmo, el encantador puerto de Terceira
Una salida temprana de Sao Miguel, la capital de las Azores, en compañía de algunos pesqueros locales, demasiado poco iluminados, nos permite llegar a la isla de Terceira tras una navegación diurna. Angra do Heroísmo nos recibe a última hora de la tarde en su estrecho puerto deportivo. A costa de una delicada maniobra, nuestro voluminoso Catafjord se instala a unas decenas de metros de uno de los puertos más bellos que jamás hayamos visitado.
Patrimonio Mundial de la UNESCO
La arquitectura es particularmente interesante. Las primeras construcciones de Angra do Heroismo datan del siglo XV, cuando barcos y carabelas cargados con las riquezas traídas de América u Oriente hacían escala en la bahía de Angra, bien resguardados de los vientos dominantes. La ciudad está llena de magníficas casas señoriales e iglesias, que pasamos el día visitando a pie.
Las calles son de adoquines blancos y negros y las aceras están decoradas con motivos geométricos. La gente es amable y sonriente. Aquí se respira una gran serenidad.
Un viñedo para explorar en el corazón de la isla
En las pequeñas aldeas, los pescadores reparan sus sedales y repintan sus embarcaciones. El mar ha excavado piscinas naturales en la lava durante erupciones pasadas.
El museo del vino de Biscoitos merece una visita, aunque sólo sea por sus degustacionesâeuros¦ Las viñas están protegidas del viento por encantadores muros de piedra. Cada zona así formada alberga una media de nueve viñas. En el centro de la isla, las facultades volcánicas se manifiestan mediante abundantes fumarolas y emisiones de azufre más o menos olorosas. Todo ello reviste un verdadero interés geológico, que sin duda apreciarán los aficionados.
Una isla que también es agrícola
Las vacas rumian su verdor bajo las narices de los pescadores que preparan sus lÃneas antes de hacerse a la mar. Es tan cautivador como ver pasar el TAVâ?¦ Apodada "la isla de los toros", Terceira es famosa por sus "touradas a corda", un espectáculo de toreo de salón que se practica durante las fiestas de los pueblos. El animal, con los cuernos ladeados, se abalanza sobre la multitud. Es sujetado en semilibertad por cuatro hombres.
Trece millas al este, Praia de Victoria ofrece todas las comodidades de un moderno puerto deportivo al abrigo de su gran espigón.
La Graciosa, clasificada Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO
Situada a unos 55 kilómetros al noroeste de Terceira, Graciosa ocupa 61 kilómetros cuadrados. Es un concentrado de esos paisajes típicos de las Azores. Los edificios religiosos del siglo XVIII, l as capillas que se pueden visitar, los yacimientos marítimos, que lindan con viñedos y piscinas naturalesâeuros¦ Sin embargo, la Caldeira da Graciosa es única. Su cráter posee soberbias cavernas, entre las que destaca la Furna do Enxofre, realzada por su delicado lago subterráneo. Estas riquezas han llevado a la isla a ser clasificada por la UNESCO como patrimonio natural.
Está en marcha un proyecto de puerto deportivo en el noreste de la isla.
Sao Jorge, una isla larga
Sao Jorge, isla de origen volcánico, se extiende a lo largo de 245 km². El Pico da Esperançà se eleva hasta los 1.050 metros. Altos acantilados que sobresalen del océano se alternan con las famosas fajas, zonas llanas, sin elevación, al nivel del mar. Estas plataformas son el resultado de desprendimientos o coladas de lava. Sao Jorge es una isla muy popular entre los excursionistas, pero también entre los navegantes, ya que algunos lugares sólo son accesibles en barco.
La isla cuenta con un pequeño puerto deportivo en Velas, en su costa sur.
