Agadir, una agradable escala marroquí en la ruta hacia el trópico

© Photos de Malou

De camino a los trópicos, de Madeira a las Canarias, un desvío a la estación balnearia de Agadir, en la costa marroquí, proporciona un refresco y un paréntesis turístico bienvenidos.

Buen tiempo para una escala agradable

En esta región de Marruecos, las temperaturas son agradables todo el año, ya que Agadir disfruta de un gran número de días soleados. El puerto deportivo está situado en el extremo norte de su hermosa bahía. Puede acoger embarcaciones de hasta 30 metros de eslora. En el momento de nuestra visita, era muy reciente y aún estaba casi vacío.

La ciudad, de arquitectura esencialmente moderna, fue reconstruida tras el desastroso terremoto de 1960. Las ruinas de la fortaleza de la Kasbah, construida en 1940, son el único testimonio que queda del patrimonio de Agadir.

1er puerto pesquero de Marruecos

Agadir es el primer puerto pesquero de Marruecos. Una nueva dinámica pretende modernizar la flota y las instalaciones portuarias.

Durante la llamada "parada biológica", los barcos detienen su actividad durante dos meses para permitir la reproducción. Como resultado, trescientas barcazas de treinta metros o más permanecen inactivas, amarradas de diez en diez.

Ofrecen el extraño e insólito espectáculo de un bosque de mástiles y antenas. Un poco más allá, una obra al aire libre construye una quincena de barcos de madera de unos veinte metros de eslora para renovar la flota pesquera artesanal.

La industria de transformación de marisco es importante para la economía local. Se apoya en contribuciones financieras para el desarrollo industrial. La avenida del puerto está rodeada de fábricas de conservas y algunos restaurantes cerca de la lonja. A lo lejos, se ve una inscripción en la montaña, tallada en la vegetación. Es el lema de Marruecos, que en francés significa "Dieu, la patrie, le roi". La región de Souss Massa, donde se encuentra Agadir, también es próspera para la agricultura. Las inversiones favorecen a otros sectores industriales como el plástico y la automoción...

Visita obligada al zoco

Una visita al zoco es imprescindible para vivir momentos inolvidables. La hora más concurrida es por la mañana. El zoco el Had, en el corazón de la ciudad, cuenta con más de 3.000 tiendas en una superficie de 11 hectáreas. Es un universo colorido, donde el aroma de las especias hechiza los sentidos.

Hay muchas tiendas de artesanía: joyas, babuchas, alfombras... que contribuyen a la riqueza de la región.

Para meternos en el ambiente del mercado, regateamos el precio del taxi. En efecto, en el zoco no se muestra ningún precio, ¡todo se negocia! Y volveremos con los brazos llenos de productos frescos.

Visita al valle de los pájaros

A lomos de camellos, Momo y Zacharian, nos dirigimos hacia este famoso valle de los pájaros.

Aquí viven cigüeñas y también especies menos conocidas como el ñandú o las "demoiselles numides". En medio de la floreciente vegetación, quizá tenga la suerte de avistar un mono magot o un borrego cimarrón.

Descubrir la hermosa ciudad de Taroudant

En esta región, la recolección del azafrán es una tarea importante. El bourrier la carretera llena de baches que alquilamos esa mañana hizo bien su trabajo. Los setenta y dos kilómetros de brava carretera marroquí se tragaron como risas amarillas y llegamos a nuestra meta sin problemas.

Apodada "la pequeña Marrakech", esta ciudad tiene la particularidad de estar rodeada de fortificaciones admirablemente conservadas.

Tajine en el restaurante a la hora de comer, regateo por una chilaba en el zoco, té a la menta en el bistró local, nos sumergimos en la vida de la "gente real" de aquí.

¡En el bazar, conocemos la asombrosa sorpresa de encontrar la campana del Titanicâeuros! ¡Los auténticosâeuros! Al menos eso es lo que nos dice el viejo barbudo que regenta la tienda. Ante nuestro burlón escepticismo, nos ofrece una estúpida explicación sin pestañear. Un pasajero del crucero fatal la habría recogido justo antes de que el barco se hundiera, y se la habría dado a sus hijos. Y fueron ellos quienes se la vendieron... ¡y ahí tienes âeuros! Increíble, ¿verdad? Sin embargo, la inscripción "TITANIC 1912" parece pintada desde la semana pasada...

Habría un taller de producción de "Titanicâeuros" en la trastienda que no me sorprendería más que eso.

El aceite de argán, especialidad local

el 80% de la producción de aceite de argán, un ungüento con numerosas propiedades, procede de la región. El producto se elabora a partir del fruto del argán y su denominación está sujeta a una etiqueta. En las cooperativas locales, son sobre todo las mujeres quienes lo elaboran. Un masaje con aceite de argán dura dos horas, ¡y es una auténtica delicia! Ambiente silencioso, música suave, infusiones relajantes, baños de pies con flores y todas esas delicias. Antes de volver al Oeste, ¡es imprescindible!

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