Preservar el ecosistema marino protegiendo eficazmente la piel
Si es necesario protegerse de los rayos del sol, aún lo es más cuando se navega. De ahí la importancia de llevar una buena crema solar. Sin embargo, en los últimos años, los estudios han revelado el impacto de estas cremas en el ecosistema marino. Cada año, más de 25.000 toneladas de crema contaminan los mares y océanos y son responsables de la destrucción de los arrecifes de coral. French Kiss Suncare nació de esta constatación. El proyecto comenzó en 2016, iniciado por amantes del océano y navegantes.
Es el resultado de la investigación y el desarrollo de SO.F.I.A Cosmétiques, con sede en Niza. Esta crema solar SPF 50+ se adapta a los distintos tipos de piel, protege contra los rayos UVB y UVA y limita el impacto en los ecosistemas marinos. Mientras que muchas cremas afirman ser "Ocean Friendly", French Kiss Suncare lo ha demostrado. El Institut de Recherche sur le Cancer et le Vieillissement de Nice (IRCAN) de la Université de Nice Côte d'Azur ha realizado tres años de estudios según un test titulado "Respuesta al estrés, regeneración y longevidad". Mientras que la mayoría de las cremas solares destruyen el 80% de los corales, esta crema solar vegana, certificada ecológica por el sello Ecocert, sólo tiene un impacto del 0,3%.
Utiliza filtros de nueva generación, no irritantes ni alergénicos, y ha obtenido los sellos Océan Friendly y Skin Safety. Resistente al agua, ligera y no grasa, calma e hidrata la piel de adultos y niños gracias a la presencia de aloe vera. Ha obtenido una puntuación de 93/100 en la aplicación Yuka.
Ya se están desarrollando otros productos para completar la gama: barra de labios, crema solar SPF 30...
En cuanto a su nombre, sus creadores lo eligieron como homenaje al famoso yate de la Copa América.
Un yate embajador de renombre
Tras más de 10 años fuera del agua, French Kiss volvió al mar en 2020. Dos socios, aficionados a la vela y a las regatas, eligieron este yate emblemático para llevar los colores de su crema solar al mundo de la vela y las regatas oceánicas. Desde su adquisición, ha participado en numerosas regatas clásicas.
La historia de este JI de 19,20 m 12m comenzó en 1987. Fue encargado y construido para la Copa América y confiado al desafío francés cuyo patrón no era otro que Marc Pajot. Este diseño de Briand se construyó cerca de La Roche-sur-Yon, en Vendée, en un hangar mantenido en secreto por el astillero Alubat.
Durante las semifinales de la Copa Louis Vuitton de 1987, el equipo francés consiguió alcanzar las semifinales. Nunca antes ni después un sindicato francés había conseguido terminar tan alto en un podio. Muy cómodo con vientos fuertes, desgraciadamente fracasó en la semifinal debido a las condiciones de viento flojo. Será recordado para siempre como el barco que logró el mejor resultado francés en esta copa, que reunió a 13 challengers. Esta regata marcará también la última Copa para los barcos JI de 12 metros, que han participado en la America's Cup desde 1958.
