Parada en Haute-Corse: los pescadores de Centuri rinden homenaje a la langosta roja

Puerto de Centuri

Con su pintoresco puerto pesquero y sus casas de colores pastel, Centuri es uno de los pueblos más emblemáticos de Cap Corse: ¡una parada obligada para los navegantes en busca de autenticidad! Fuera de temporada, el puerto deportivo está desierto, con poco más de doscientos habitantes permanentes, y sus escasos comercios están cerrados. El único bullicio es el de los pescadores de erizos de mar, que deja paso en primavera al de los pescadores de langostas, estrellas culinarias que deleitan los paladares de los gourmets. He aquí una mirada a una actividad regida por estrictas normas para garantizar la conservación de este preciado recurso.

Centuri nos lleva a la costa oeste del Cabo Córcega. Aquí encontrará un puerto deportivo apto para embarcaciones de menos de 10 metros, con un calado máximo autorizado de 2 metros. Con viento de poniente, es posible fondear a profundidades de entre 5 y 8 metros, en un lecho arenoso que se extiende desde el puerto hasta el este de la isla Capense, lo que brinda la oportunidad de hacer una escala tranquila. Habrá que estar atento, ya que algunas zonas pueden tener fondos rocosos, que requieren el uso de una cuerda de amarre.

Una vez en tierra, comprobará que este encantador puerto en miniatura tiene una tradición que perdura desde el siglo XVIII: la pesca de la langosta roja. Aquí, los barcos se alinean ordenadamente y el puerto está repleto de restaurantes, cada uno más acogedor que el anterior. Cada uno tiene en su menú como plato principal el famoso crustáceo, y a los turistas les encanta. Se han puesto en marcha varias medidas para preservar la especie, en peligro de extinción.

Bateaux traditionnels de pêche à la langouste
Barcos tradicionales de pesca de langosta

Identificación de langostas

Hay unas veinte especies de langosta en el mundo. La langosta roja, pescada frente a las costas de Centuri, es fácil de reconocer. Frente a la pecera de un restaurante del puerto, un piscicultor de temporada nos presenta al crustáceo, sujetándolo con confianza por la parte posterior de su cuerpo, teniendo cuidado de evitar sus pinzas y patas para no estresarlo. El animal tiene dos antenas muy grandes que pueden alcanzar los 42 centímetros. A medida que crece, este gran decápodo sin garras muda. Renueva todo su esqueleto, lo que le permite crecer entre un 15 y un 30% cada vez. Puede alcanzar de 30 a 50 centímetros de longitud y pesar hasta 4 kilos. Su caparazón quitinoso, resaltado con manchas amarillentas, alberga un cuerpo segmentado adornado con espinas. El tórax tiene tres pares de patas mandibulares y cinco pares de patas locomotoras. Para diferenciar a la hembra del macho, nos dicen, hay que fijarse en las patas, que son más grandes y robustas en el macho. En cuanto al caparazón, en la parte ventral, el que está hueco alberga los huevos, lo que indica que se trata de una hembra.

Langouste rouge femelle (à gauche) et mâle (à droite)
Hembra (izquierda) y macho (derecha) de langosta roja

Medio ambiente y normativa

En las aguas rocosas de Cap Corse, el crustáceo ha encontrado su reino. Puede encontrarse a profundidades de hasta 150 metros. Este animal tiene la particularidad de ser uno de los animales marinos migratorios que disfrutan del clima de aguas cálidas y soleadas. Cuando se acerca la temporada de tormentas, emigran mar adentro, caminando en fila india por el fondo oceánico con la ayuda de sus antenas. Cuando vuelve el buen tiempo, hacen el viaje inverso, regresando a aguas menos profundas. Es una oportunidad para que los pescadores tomen protagonismo. Hay zonas de pesca específicas en la meseta sur de Centuri. Hay que respetar las normas para que la langosta tenga tiempo de reproducirse. La pesca estacional sólo está permitida de abril a octubre. La langosta debe medir al menos 9 centímetros; si es más pequeña, se devuelve al agua.

Técnicas de pesca

En Centuri, nos enteramos de que ahora 4 barcos pescan langosta roja. Hace unos cincuenta años, una veintena de pescadores se hacían a la mar cada mañana para traer entre 50 y 100 kilos diarios del preciado manjar. En aquella época, la pesca con nasas era el método preferido. Los antiguos cuentan que las trampas se tejían con mirto, un arbusto corso cuyas bayas de color negro azulado también se utilizan en la cocina para aromatizar platos y hacer licores. Hoy en día, esta técnica ancestral ha desaparecido en favor de la pesca con red, salvo para algunos aficionados que fabrican trampas con un barril de PVC.

Aunque puedan parecer inofensivas, las almadrabas son formidables artes de pesca que pueden atrapar a los habitantes de los fondos marinos. Estos recipientes cilíndricos tienen una o varias aberturas. Conocidas como canalones, estas entradas están diseñadas para permitir que el animal entre en la trampa pero dificultar mucho su salida. La principal ventaja de esta técnica es la calidad impecable del producto, ya que los animales pueden permanecer vivos una vez capturados. Para atraer a los crustáceos, cada pescador elabora su propia receta: cabezas, despojos o incluso restos de pescados como el rubio o la caballa, envueltos en una tela fina y bien atados a la trampa. En general, cuanto más fuerte es el olor, más curiosidad despierta. Cuando se coloca la trampa en el agua, hay que lastrarla adecuadamente y atarla a una boya con una cuerda de una longitud igual al doble de la altura del agua en marea alta medida in situ. A continuación, debe dejarse subir durante al menos 24 horas.

Casiers de pêche en PVC
Trampas de pesca de PVC

En cuanto llegan a la costa, los pescadores se quitan el uniforme y se ponen el traje de restaurante. Se trata de un oficio que se practica desde hace varias generaciones en Centuri. Hoy, el precio medio de la langosta es de 185 euros el kilo, pero hay mucho debate sobre la autenticidad de la langosta corsa que se sirve aquí en diversas salsas. a veces es langosta de los países del Magreb. Puede ser vivo o congelado", nos dijeron. ¿La solución a todas las sospechas? En primer lugar, el precio: un menú de bogavante que cueste menos de 50 euros sin duda habrá venido de otra parte. Y todo el mundo está de acuerdo: el bogavante local debe embolsarse para mayor claridad

¿Y la conservación de la especie?

La langosta se pesca intensamente desde hace varias décadas en la costa corsa. La sobrepesca ha reducido el tamaño de los ejemplares, que no siempre disponen del tiempo necesario para alcanzar la edad adulta y reproducirse en abundancia. Aunque la mayoría de los pescadores profesionales respetan la talla mínima de captura autorizada, algunos abusos ponen a veces en peligro la especie. Por ello, las reservas submarinas y las zonas de veda permiten la renovación parcial de las poblaciones. Para evitar la sobrepesca, un laboratorio del CNRS en Bastia ha conseguido reproducir las condiciones en que crecen las langostas en el fondo marino. En última instancia, el objetivo es lograr la restauración ecológica mediante la introducción de juveniles, favoreciendo así el retorno de la biodiversidad en distintas zonas, hasta que las poblaciones se recuperen.

En Centuri, como habrá podido comprobar, todo el mundo siente verdadero afecto por la langosta roja, un crustáceo que se ha convertido en un patrimonio a preservar. Si siente curiosidad, muchos de los restauradores locales, a los que les gusta rendir homenaje a sus antepasados, le contarán toda la historia de la pesca de la langosta en este pintoresco puerto pesquero, que se ha convertido en una visita obligada en Córcega para todos los navegantes.

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