Esta embarcación, de más de 9 metros de eslora y dotada de un potente motor, le confiere una gran versatilidad para aprovechar al máximo sus salidas al mar. Oliver, que vive en la costa caribeña de Martinica, nos cuenta sus impresiones sobre su barco.
Un barco para disfrutar de las Antillas
Residente en Martinica desde hace más de 20 años, Oliver tiene una gran experiencia del mar. Tras navegar en una regata transatlántica con su padre y participar en varios cruceros, Oliver se animó y compró su primera lancha motora, como él mismo explica: "Opté por una lancha motora en lugar de un velero por la facilidad para salir y la espontaneidad que nos da. Requiere menos anticipación"
Su primera elección fue un Beneteau Flyer 8.5 Sundeck, que conservó durante 8 años. Cuando la familia creció, y con ella su deseo de navegar, Oliver puso sus ojos en el Cap Camarat 9.0 CC, que compró sobre plano. Lanzado en 2018, sucede al Cap Camarat 8.5 CC en el catálogo del fabricante de Vendée.
Uso versátil
Afincado en Fort de France, Oliver es un marino apasionado que navega en su Cap Camarat unas cien horas al año, según un programa que nos describe: "Utilizo mi barco un 60% por placer: baño, cruceros cortos o fondeo. El 35% para pesca de altura. Y un 5% para formar a voluntarios de la SNSM"
Olivier es también uno de los tres jefes de la estación de Fort de France, que cuenta con un centenar de voluntarios. Y su Cap Camarat sirve de embarcación de entrenamiento para los socorristas locales.
Excelente comportamiento
Propulsado por 2 bloques Mercury de 225 CV cada uno, el Cap Camarat de Oliver dispone de la potencia máxima autorizada. Y no tiene más que elogios para las cualidades de su casco: "Con mar gruesa, me siento muy seguro. Ofrece un muy buen paso a través del mar. De hecho, ¡casi demasiado bien! Tengo un poco menos de feeling que con mi anterior barco, que era más juguetón pero menos seguro"
Oliver también está muy contento con la versatilidad que le proporciona su Cap Camarat:
"Es una navaja suiza que me ofrece una gran modularidad. Acoge cómodamente a 8 personas fondeadas, gracias sobre todo a sus amplias zonas para tomar el sol. Es muy fácil pasar de una actividad a otra. También es muy agradable por la noche, ya que se ha cuidado especialmente la iluminación a bordo
Sin embargo, también enumera una serie de deficiencias:
"El nivel de acabado no está a la altura de un barco que cuesta más de 200.000 euros. No navego con mar gruesa, pero tengo muchas grietas y la unión entre el casco y la cubierta no es perfecta. También tengo algunos problemas con tornillos y pernos, que se rompen o están subdimensionados. Pero los demás problemas surgidos durante las primeras navegaciones han sido resueltos por el servicio posventa de Jeanneau"
Otro punto positivo a la hora de elegir un Cap Camarat es la gran comunidad de usuarios, que intercambian información con frecuencia a través del Club Jeanneau Cap Camarat, que cuenta con 6.500 miembros.
Cambios en los amarres nocturnos
Oliver trajo consigo una opción que le permitía aprovechar al máximo una noche a bordo. En lugar de encerrarse en el camarote bajo la consola, ha montado una gran tienda de campaña en la cubierta de proa
"Esta solución me ofrece varias ventajas. El cojín del solárium de proa es más cómodo que el colchón del camarote. Y dada la temperatura de nuestra zona, dormimos mucho mejor en cubierta. El toldo cierra completamente la cubierta de proa y tiene unas cuantas ventanas, ¡perfectas para disfrutar del fondeo!"
