Un consorcio de arquitectos y diseñadores
En 2017, el Maxi Edmond de Rothschild actuó de precursor, como primer trimarán gigante diseñado para volar en alta mar. Volverá a hacerlo en 2023, con el anuncio del futuro Gitana 18.
Este nuevo barco de 32 m de eslora por 23 m de manga ha sido confiado a varios actores, entre ellos Guillaume Verdier, Benjamin Muyl, arquitecto naval responsable del equipo de diseño del desafío francés Orient Express para la Copa América, y la oficina de diseño de la cuadra Gitana.
Al igual que en Gitana 17, el equipo se reserva cierta libertad para desarrollos específicos, como cuestiones de servo.
Aunque la plataforma es similar en términos de geometría, las especificaciones incluyen dos grandes áreas de atención. En primer lugar, mejorar las velas y todo lo que hay sobre cubierta, así como limitar la resistencia aerodinámica. En términos de aerodinámica, este barco será el primero que se construya en torno a una nueva regla de visibilidad, así como a una nueva regla de aparejo, desde el asunto Gabart.
En cuanto a la hidrodinámica, todos los apéndices -floils, timones y orza- se rediseñarán para volar antes y se beneficiarán de la experiencia de los datos adquiridos en Gitana 17.

Un barco diseñado para largas travesías y desafíos
Al igual que su predecesor, este nuevo barco será polivalente en cuanto a su programa: arquimédico y volador, en solitario y con tripulación, de regatas y para batir récords. Sin embargo, el Gitana 18 estará más adaptado a las travesías largas y a los grandes desafíos, en particular para mejorar el rendimiento a alta velocidad con mar gruesa.
La construcción se confía a CDK Technologies
Para la construcción del barco, el Gitana Team ha optado por confiar su nuevo bebé a CDK Technologies. El antiguo Edmond de Rothschild ha sido construido por un consorcio de profesionales, entre ellos Multiplast para la plataforma. Las primeras capas de carbono se colocarán en las próximas semanas, a principios de 2024. La botadura del barco está prevista para 2025.

Palabras del arquitecto
Guillaume Verdier lo explica: "Con este nuevo barco, todos tenemos ganas de dar el siguiente paso y hay mucho material y vías. Todavía estamos quizás a un tercio de nuestro conocimiento del vuelo oceánico. En el nuevo proyecto, los estudios han demostrado que hay potencial. Habrá pequeños pasos y grandes avances tecnológicos. Y es el arbitraje el que creará este nuevo Maxi. Estamos trabajando en un barco que tendrá los mismos puntos fuertes en términos de rendimiento, pero que compensará lo que hemos identificado como sus puntos débiles. La sostenibilidad también es un criterio clave en nuestro enfoque, y estamos buscando tantas soluciones innovadoras como sea posible para minimizar el impacto de nuestros barcos y los daños que causan. También hemos reflexionado más sobre la integración del navegante en la plataforma, porque los esfuerzos de estos barcos no son en absoluto a escala humana y también es nuestra responsabilidad hacerlo accesible al navegante"