Un refugio accesible en el sur de Liguria
En la frontera entre Liguria y Toscana, el golfo de La Spezia no goza de la fama turística de sus vecinos de Cinqueterre. Sin embargo, es mucho más acogedor para los navegantes en general. Mientras que los barcos procedentes del norte y de Génova encontraban el único verdadero refugio en el golfo de Portofino, con los pueblecitos aferrados a las montañas de Cinqueterre que sólo podían acoger a unas pocas embarcaciones pequeñas, en un refugio muy relativo, los que venían del sur tenían que navegar desde Livorno por una costa arenosa y baja, cuyo único interés eran las montañas del fondo y los reflejos blancos de las canteras de mármol al sol. Encontrar un puerto protegido, puertos deportivos e incluso algunos fondeaderos en el golfo de La Spezia basta para sonreír a los navegantes que se acercan a esta parte de Liguria, accesible con cualquier tiempo.
La Spezia, un puerto cosmopolita y variado
Como puerto central, La Spezia es un importante centro para las industrias naval y náutica de Italia. Además de albergar una importante base naval y un arsenal de construcción naval, con algunas restricciones de navegación que hay que consultar en las cartas antes de entrar en el puerto, la ciudad portuaria es también sede de un puerto comercial para cruceros y portacontenedores, así como de numerosos astilleros, desde Riva a Sanlorenzo, pasando por Baglietto y Antonini Navi. Aquí se construyó el famoso superyate Halcón Maltés.
En el corazón de esta bulliciosa actividad, los puertos deportivos dan la bienvenida a los navegantes. Porto Mirabello está más cerca del centro de la ciudad, a pocos minutos a pie y con todas las comodidades, que el más alejado Porto Lotti.
Como cualquier puerto militar, La Spezia ha sufrido obras de reconstrucción en el paseo marítimo, pero el centro de la ciudad está bastante bien conservado, y no faltan monumentos que visitar después de pasear por la calle principal, via Del Prione. También puede disfrutar del paseo marítimo, con sus vistas del golfo y las montañas circundantes. Dependiendo de la época del año, incluso se puede vislumbrar la nieve desde las cumbres.
Si quiere visitar el Cinqueterre sin coger su propio barco, hay excursiones de un día desde La Spezia.
Lerici y su castillo
En el extremo oriental de la bahía se encuentra el bonito pueblo de Lerici. Su castillo, encaramado en un espolón, domina el lugar y perfila su silueta. Una vez subidos los escalones, la vista se abre al bonito puerto, con sus restaurantes y barcos de pesca, y a una pequeña cala donde se puede fondear cuando hace buen tiempo.
Porto Venere y La Palmaria
Al oeste, Porto Venere se alza frente a la reserva natural de la isla de La Palmaria. También aquí, el Castello Doria domina el pueblo, pero es la pequeña iglesia de San Pietro la que llama la atención, encaramada sobre el estrecho paso entre tierra firme y la isla de La Palmaria. Esta última, reserva natural, es sin embargo accesible para pasear, y aunque la cría de mejillones ocupa parte del agua, se puede fondear frente a Porto Venere y pasear por allí. Hay varios establecimientos de baño y pequeños restaurantes a lo largo del camino.
Dé un paseo en barco alrededor de Palmaria para contemplar el contraste entre los acantilados expuestos al oeste y la costa protegida al este. Pase entre Palmaria y la pequeña isla de Tino, con su fuerte y su elegante faro en lo alto. Propiedad de la Marina, la isla, que fue refugio del ermitaño San Venerio, sólo es accesible una vez al año con motivo de su festividad.
Argumentos gastronómicos
Por si los valores culturales y estéticos del paisaje no fueran suficientes, la gastronomía convencerá al último navegante reticente. En Liguria, famosa por la calidad de sus platos, no sólo encontrará pesto y focaccia, sino también platos de marisco, sobre todo mejillones del Golfo, servidos rellenos o con pasta. Regados con un vino blanco local, añaden el toque final de encanto a su escala.
