¿Qué es la "velella", el velero natural que aparece en nuestras playas?

Cada primavera, bancos de tortugas carey llegan en masa a nuestras playas. Aunque impresionante, este fenómeno no supone ningún peligro para el ser humano. He aquí un vistazo a este organismo natural, que tiene más de una cosa en común con un barco.

Un pequeño velero natural

© parc naturel marin du golfe du lion
parque natural marino del golfo de león

La tortuga carey es un organismo de mar abierto que forma parte del pleuston, una especie que vive en la superficie, en la interfase agua-aire.

Bastante agradable a la vista, esta prima de las medusas se mueve con el viento y las corrientes. Su vela translúcida y su flotador azul recuerdan a un pequeño velero, y les confieren una gran movilidad.

Apodado barco de San Pedro por los marineros provenzales, su longitud de flotación no supera los 6 cm, mientras que el calado se limita a 3 cm.

El plano vélico es triangular o semicircular, y la embarcación es equilibrada durante la navegación por múltiples pólipos y tentáculos.

Una especie no invasora

Se observa con mayor frecuencia en la costa mediterránea, aunque ya se ha señalado su presencia en toda la costa francesa, en las Antillas, en Norteamérica y en la región indopacífica. A menudo, en primavera, las mareas púrpuras llegan a las playas para no marcharse nunca más. Después hay que esperar unas semanas para que desaparezcan por completo.

Se alimenta de zooplancton, que atrapa con los tentáculos de su vientre. Rara vez es cazado por peces, aparte del pez luna, que es su principal depredador.

Riesgo muy bajo para los seres humanos

Aunque su pertenencia a la familia de las medusas desanima a los humanos, la medusa plantea pocos riesgos. A diferencia de muchas de sus primas, apenas pica una vez varada. En cambio, si se topa con una al nadar en mar abierto, puede sentir una ligera molestia al entrar en contacto con ella, pero nada dramático.

Su principal defecto se revela tras un varamiento masivo, cuando su descomposición desprende un olor repugnante parecido al del pescado podrido.

Si te encuentras con uno en la playa o en las rocas, no lo vuelvas a meter en el agua si esperas verlo alejarse navegando, ya que una simple varada es fatal.

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