El bote que se queda en el amarre
Para una embarcación auxiliar que simplemente se utiliza para llegar a tu barco cuando está en el amarre, una embarcación básica es más que suficiente. Debe ser fácil de manejar, lo bastante resistente para soportar las inclemencias del tiempo y, por qué no, tener una rueda para facilitar la botadura. En cuanto al tamaño, cualquier embarcación de entre 2,5 y 3 metros es más que suficiente, ya sea rígida o hinchable.

La embarcación auxiliar que cabe en la plataforma específica o cuelga de los pescantes
En algunos casos, el tamaño de la embarcación auxiliar vendrá definido en primer lugar por su ubicación en el barco. Así que tienes que saber dónde vas a guardarlo. ¿Será en la cubierta delantera, colgado de pescantes, en una plataforma o en un garaje específico? En cualquier caso, hay que conocer el tamaño máximo asignado al auxiliar, que en el 90% de los casos definirá el tamaño del futuro auxiliar.

Por último, puedes decidir remolcarlo detrás de la embarcación, pero en este caso ten cuidado de no elegir un modelo demasiado grande, que perjudicaría a la embarcación principal en sus maniobras, o, por el contrario, un modelo demasiado ligero, que podría volcar.
La embarcación auxiliar que le permite explorar los alrededores
La embarcación auxiliar que utilices para explorar los alrededores tiene que tener un tamaño mínimo para poder soportar un poco de chop sin poner en peligro a sus ocupantes. Por eso, lo mejor es que elijas el tamaño máximo permitido para tu embarcación, y a ser posible superior a 11 o 12 pies.

La licitación que le permitirá transportar personas o equipos
En el caso de las unidades más grandes, la preocupación suele ser encontrar una embarcación auxiliar que pueda transportar el mayor número posible de personas, o la mayor cantidad posible de equipamiento o alimentos. En el caso de un gran crucero con camarote o un yate, también se busca un buen nivel de comodidad y resguardo de los elementos. En este caso, la embarcación auxiliar suele superar los 5 ó 6 metros.

La licitación que se ajusta a su presupuesto
Por último, el presupuesto es un factor importante. Para muchos navegantes, una embarcación auxiliar se considera un mal necesario y prefieren el modelo más barato. Sin embargo, hay que tener cuidado con la tentación del bote barato. Como cualquier buena herramienta, una embarcación auxiliar debe ser duradera y satisfacer sus necesidades. Así que busque el equilibrio adecuado entre precio atractivo y calidad.
