La marca está a punto de celebrar su 50 aniversario, tras haber sido fundada en 1975 por Bill Winn y tres de sus hijos. Con el paso de los años, Four Winns se ha convertido en uno de los símbolos de la categoría bow-rider, primero en Estados Unidos y luego en el resto del mundo.

Como muchas marcas, Four Winns ha pasado por varias olas, vendida, propiedad del grupo OMC, luego vendida de nuevo, antes de ser finalmente adquirida por el grupo francés Beneteau en 2014.
Conciliar la herencia de la marca con las tecnologías del mañana
Desde que pasó a manos del grupo Beneteau, la marca Four Winns ha experimentado una profunda transformación. La idea es producir barcos que se inspiren en la herencia de la marca, pero que también incluyan las últimas tecnologías, todo ello en modo premium. Un reto considerable, pero que parece estar bien encaminado. Tras el H4, el H6 y el H1, se presentó el H2.

Se trata de una pequeña, deportiva y familiar bow-rider premium. A la vez que representa la entrada en el mundo Four Winns, el H2 es también el primer modelo de producción de la marca, pero también del grupo Beneteau, que se ofrece con motor eléctrico.
Un diseño entre la continuidad y la evolución
Estéticamente, la H2 encarna los nuevos códigos de la marca, con una proa muy vertical y un parabrisas curvado de gran efecto. Concebida como una punta de flecha, la Four Winns ostenta una proa muy afilada y una línea bastante horizontal que termina con una plataforma trasera.

Un bonito trazo de lápiz para una línea bastante pura. La cuidada pintura del casco, las volutas de acero inoxidable de alta calidad y el nombre de la marca en letras espaciadas en la popa refuerzan el aspecto de alta gama de esta pequeña bow-rider, convirtiendo a la H2 en una embarcación neoclásica instantánea.