Desmantelamiento de Fortinet - Best Western: un reto técnico, humano y financiero superado

Menos de un mes después de la desarboladura de su IMOCA durante el Azimuth Challenge, el equipo Fortinet - Best Western ha superado el desafío. Gracias a la solidaridad entre navegantes, al apoyo de sus socios y a una movilización excepcional, el monocasco está de nuevo listo para la Vendée Globe 2024. Una mirada retrospectiva a una aventura técnica y financiera que pone de relieve el espíritu de equipo de Romain Attanasio y su entorno.

La desarboladura del IMOCA Fortinet - Best Western en septiembre de 2024 puso al equipo de Romain Attanasio en una carrera contrarreloj. Entre desafíos técnicos, apoyo de los patrocinadores y movilización financiera, el patrón pudo superar este calvario. He aquí las etapas clave que permitieron continuar esta aventura colectiva.

Un reto técnico: sustituir un mástil en tiempo récord

Cuando el mástil se rompió durante el Azimut Challenge, el equipo Fortinet - Best Western se encontró en una situación compleja: tenía que encontrar e instalar un nuevo mástil en un plazo de tiempo extremadamente corto. A diferencia de los equipos mejor financiados, el equipo no disponía de un mástil de repuesto. Gracias a la solidaridad de los patrones, y en particular a la oferta de Maxime Sorel, del V y B - Monbana - Mayenne, de vender su mástil de repuesto, la situación se resolvió rápidamente.
La entrega del mástil en Lorient, el 24 de septiembre, marcó el inicio de una intensa reparación. La tripulación tuvo que adaptar el nuevo mástil, instalar el aparejo, el radar y las antenas, y recalibrar la electrónica para asegurarse de que todo funcionaba a la perfección. Este reto se realizó en un tiempo récord, manteniendo paralelamente los preparativos para la Vendée Globe.

Solidaridad y espíritu de equipo

Más allá de los aspectos puramente técnicos, este incidente demostró la fuerza de la solidaridad en el mundo de las regatas oceánicas. Varios patrones se ofrecieron espontáneamente a ayudar, pero fue la oferta de Maxime Sorel la que permitió al Fortinet - Best Western volver al mar. Este apoyo mutuo es testimonio de una cultura propia de los navegantes: la de ayudar a los demás, incluso en un entorno extremadamente competitivo.
Este tipo de apoyo mutuo no es infrecuente en las regatas oceánicas, pero es aún más significativo cuando permite a un equipo pequeño seguir participando en una de las competiciones de vela más importantes del mundo. Este espíritu de equipo va más allá de los límites del deporte e ilustra una verdadera fraternidad entre regatistas.

Financiación crucial para el futuro

La sustitución del mástil y la reparación del equipo generaron unos costes considerables que el equipo de Romain Attanasio no podía asumir por sí solo. Fortinet y Best Western, socios del título, respondieron inmediatamente liberando fondos adicionales para paliar la emergencia.
Sin embargo, queda por financiar un tercio de los costes. En total, y gracias al despliegue de una caja en línea, se han alcanzado dos tercios de la financiación de esta operación de sustitución. Queda por encontrar el último tercio...

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