Juncos: un patrimonio náutico con muchas caras

El junco Parfum d'Automne en la bahía de Halong © Parfum d'Automne

Desde el comercio costero hasta la navegación a vela, pasando por la conquista de los océanos, los juncos son testigos del ingenio marítimo asiático. Descubra cómo estos veleros han evolucionado a lo largo de los siglos hasta convertirse en iconos náuticos atemporales.

Los juncos, verdaderas obras maestras de la arquitectura naval asiática, se han labrado un lugar especial en la historia náutica. Estos veleros de aparejo único, que aparecieron por primera vez durante la dinastía Han, se han adaptado para convertirse en actores clave del comercio marítimo, buques temidos por los piratas y emblemas de la náutica contemporánea. Este artículo analiza aspectos de su diseño, su uso y su renacimiento en el sector del turismo náutico actual.

Una revolución náutica en el Reino Medio

Los primeros juncos aparecieron durante la dinastía Han (206 a.C.- 220 d.C.), pero fue sobre todo durante la dinastía Tang (618-907 d.C.) cuando se popularizaron en el comercio marítimo chino. Este tipo de embarcación estaba diseñada para navegar en mar abierto manteniendo una gran maniobrabilidad en ríos y zonas costeras poco profundas.

Bajo la dinastía Song (960-1279), los juncos experimentaron una auténtica revolución técnica que marcó su apogeo. Con el desarrollo de la brújula y la cartografía marina, estos barcos pudieron recorrer distancias más largas. Se utilizaron en misiones diplomáticas a Indonesia e India y en expediciones comerciales a África Oriental. La famosa flota del almirante Zheng He, que realizó siete expediciones por el océano Índico entre 1405 y 1433, estaba formada por gigantescos juncos de hasta 120 metros de eslora capaces de transportar cientos de tripulantes e impresionantes cargamentos de seda, oro y especias.

Réplique du bateau-trésor de Zheng He à Nanjing
Réplica del barco del tesoro de Zheng He en Nanjing
Maquette d'un bateau trésor chinois de 1405, au second plan, et d'une caravelle, au premier plan
Maqueta de un barco chino del tesoro de 1405, al fondo, y de una carabela, en primer plano

Una innovación importante en la construcción de juncos fue la compartimentación del casco. Esta característica, a menudo atribuida a la influencia de la ingeniería militar y técnica china, dividía el interior del barco en varias secciones herméticas mediante mamparos transversales. Si un compartimento se inundaba, no afectaba a la flotabilidad general. Esta técnica permitía a los juncos viajar con seguridad a grandes distancias y en aguas que podían ser agitadas. Este ingenio naval chino ha sido reconocido por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Juncos, saqueadores de los mares asiáticos

Además de su papel en el comercio, los juncos se convirtieron en las embarcaciones favoritas de los piratas que operaban en el Mar de China Meridional, sobre todo entre los siglos XVII y XIX. Una de las figuras más emblemáticas de esta época fue sin duda Ching Shih, una temida mujer pirata que comandaba una flota de varios centenares de juncos a principios del siglo XIX. Pero no fue la única: otros piratas famosos, como Cheung Po Tsai y Limahong, también utilizaron estos barcos para dominar los mares. Su maniobrabilidad y capacidad para navegar en aguas poco profundas permitían a estas flotas realizar ataques relámpago contra barcos mercantes y costas, eludiendo fácilmente a las autoridades.

Los juncos piratas se distinguen por su ingenioso aparejo: las velas de lona de sables, reforzadas con sables de bambú, permiten modular la superficie vélica en función de las condiciones del viento.

Esta configuración, especialmente eficaz con vientos flojos, confería a los juncos una agilidad notable, superior a la de los barcos europeos de la época, cuyas velas cuadradas, más rígidas, eran menos aptas para tales maniobras. Además, los cascos reforzados y compartimentados de los juncos les permitían llevar cañones sin dejar de ser lo bastante ligeros para maniobrar con rapidez.

Juncos y pesca: una tradición milenaria

Además de su uso comercial y bélico, los juncos se convirtieron en herramientas de trabajo esenciales para los pescadores asiáticos. Su diseño de poco calado los hace especialmente adecuados para las aguas costeras, donde la navegación puede complicarse por las imprevisibles corrientes y los bancos de arena. Su estructura ligera, combinada con una gran capacidad de almacenamiento, también les permite transportar pesadas cargas de pescado sin comprometer la estabilidad de la embarcación. Las velas, a menudo de yute o lona de algodón y reforzadas con sables de bambú, son ideales para navegar con vientos flojos, habituales en las zonas pesqueras costeras.

En el Mar de China Meridional aún existen juncos de pesca, perpetuando una tradición milenaria. Algunos modelos están equipados con camarotes para guardar el pescado, y sus cascos compartimentados permiten aislar zonas específicas del barco para proteger la captura del día.

La era moderna: el junco, símbolo de la náutica de recreo

Hoy en día, los juncos encuentran una nueva vida en la industria náutica, donde se han convertido en símbolos de la Asia marítima. Varias empresas ofrecen cruceros a bordo de réplicas modernas que navegan hacia destinos turísticos populares como la bahía de Halong, en Vietnam, o las islas del mar de China. Estos barcos suelen estar equipados para ofrecer un lujoso confort a los pasajeros, al tiempo que conservan la estética y el aparejo tradicional de los antiguos juncos. Fabricados a menudo con fibra de vidrio o materiales compuestos para una mayor durabilidad, su aparejo conserva las características velas de sables que permiten una navegación suave y precisa. Los juncos modernos también están equipados con motores auxiliares, pero muchos siguen utilizando las velas como principal modo de propulsión, en homenaje a la tradición náutica. Un ejemplo es el junco Aqua Luna, que navega por la bahía de Hong Kong y fue construido con métodos tradicionales en 2006. Se ha convertido en un símbolo de la ciudad y una importante atracción turística.

La jonque Aqua Luna en baie de Hong Kong © Hongkongcheapo
El junco Aqua Luna en la bahía de Hong Kong © Hongkongcheapo

El junco, símbolo de la innovación náutica china, se ha adaptado a lo largo de los siglos, evolucionando de buque comercial a barco pirata, y luego a emblema de la náutica moderna. Hoy encarna un patrimonio vivo que vincula las tradiciones marítimas y el turismo contemporáneo, preservando al mismo tiempo su herencia cultural. Su reconocimiento por la UNESCO subraya su importancia y garantiza que esta extraordinaria embarcación siga inspirando y asombrando a los navegantes.

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