Un yate extraordinario

El Deltania Mini no encaja en ninguna categoría tradicional. Más pequeño que una embarcación individual del tipo ILCA o Fusion, su cubierta y su techo le dan el aire de un crucero en miniatura, con un vago parecido a un Micro. Su ligereza y la ausencia de quilla lo acercan más a una embarcación auxiliar, mientras que su diseño cerrado le da el aspecto de un espacio habitable reducido al extremo, donde sólo el timonel encontrará su sitio. Este concepto híbrido hace que el barco sea tan intrigante como versátil.

Fácil lanzamiento pero acceso complicado

Con su peso pluma de 50 kg, la Deltania Mini es fácil de aparejar y botar, incluso desde una simple grada. Sin embargo, el embarque requiere cierto equilibrio, sobre todo si no se dispone de un pantalán. Una vez a bordo, la bañera ofrece una posición de asiento especialmente protegida y un acceso directo a todos los mandos.
A vela: navegación intuitiva

El Deltania Mini responde muy bien a las cargas, gracias a una caña de timón bajo cubierta que proporciona un control preciso y sensible. La ausencia de winches se compensa con la reducida superficie vélica, que facilita el trimado manual. Con una brisa ligera de 10 nudos, el yate alcanza casi 3,5 nudos, un rendimiento respetable dado su tamaño. Sin embargo, con vientos más fuertes, la instalación de una orza lastrada opcional (12 kg) y el uso de velas de temporal pueden resultar necesarios para garantizar la estabilidad.
Nos sentamos y nos quedamos quietos

La cabina del Deltania Mini ofrece un asiento relativamente cómodo, con un respaldo de 38 cm de altura y una anchura de asiento de 50 cm. Todas las maniobras pueden realizarse sentado, lo que recuerda la filosofía del Mini-J, un antiguo apoyo olímpico. Sin embargo, el espacio restringido limita las posibilidades de movimiento, y es imposible sentarse en el listón para realizar un rápel eficaz.
Un precio imbatible para un placer garantizado

Con un precio base de 4.999 euros, listo para navegar, el Deltania Mini se sitúa en un rango de precios sin competencia real, comparable al de un barco de regata Optimist nuevo. Compacto, puede transportarse en una furgoneta o en el techo de un coche, lo que lo hace extremadamente práctico para guardar y desplazarse.
Sólo puede utilizarse en aguas cerradas y protegidas, y está destinado a los navegantes que buscan sencillez y maniobrabilidad, sin dejar de ser un auténtico objeto de curiosidad en el agua. Con 70 unidades ya vendidas, este microvelero ha encontrado su público. Su diseño único y su atractivo precio lo convierten en una alternativa interesante para quienes desean navegar sin limitaciones logísticas.
Un astillero con experiencia reconocida

Detrás del Deltania Mini se encuentra el astillero Deltania Yachts, con sede en Alemania y especializado en la fabricación de pequeños yates asequibles y de altas prestaciones. Conocido por su meticulosa construcción y sus innovaciones, Deltania se ha hecho un hueco en el mercado de los pequeños yates de crucero gracias a un enfoque que combina sencillez, robustez y placer de navegar.