Muchos gestores de puertos deportivos coinciden en que los usuarios tradicionales tienen una edad avanzada, pocos jóvenes se inician en la náutica y la oferta de amarres no da abasto. Aquí exponemos las principales causas de esta tendencia y presentamos algunas pistas concretas técnicas, tarifarias y relacionales âeuros para orientar una política de renovación de la clientela en los puertos deportivos.
Las causas del envejecimiento de la clientela
El envejecimiento de la clientela no es un simple efecto del tiempo: es el resultado de varios factores convergentes.
- En primer lugar, la demografía. La generación del baby boom está en declive y su marcha gradual deja un vacío que no llenan las generaciones más jóvenes.
- Además está el coste financiero. El precio de un barco, su mantenimiento y las tasas portuarias son los principales obstáculos para las personas de 25 a 40 años.
- El modelo de posesión frente al de uso. Las generaciones más jóvenes tienden hacia una economía de uso (alquilar, compartir) más que de propiedad.
- El atractivo de las actividades de ocio "rápidas", digitales y con resultados inmediatos. Para algunas personas, la navegación parece lenta, lo que restringe el aprendizaje y la inversión personal.
- El "peso" estructural de los puertos: envejecimiento de las infraestructuras, tarifas bajas, falta de acogida personalizada, servicios poco adaptados a los jóvenes visitantes.
Estas causas se suman, minando la capacidad de los puertos para entrar en una auténtica dinámica de renovación.
El riesgo para los puertos: modelos de negocio debilitados
El futuro de los puertos parece sombrío:
- Si los usuarios veteranos se marchan sin ser sustituidos, el número de amarres ocupados disminuirá, lo que afectará a los ingresos portuarios.
- La menor rotación de clientes limita las oportunidades de tarifas de escala o alojamiento temporal.
- El coste de mantenimiento de las infraestructuras sigue siendo fijo (dragado, pontones, servicios, personal), pero los ingresos pueden estancarse o disminuir.
- Algunos puertos ya empiezan a ver cómo se reducen sus listas de espera, señal de un desequilibrio entre oferta y demanda.
- Ante los retos del cambio climático (subida del nivel del mar, inundaciones) y la transición ecológica, las inversiones necesarias pesan mucho: sin ingresos abundantes, la capacidad de inversión es limitada. El programa "Port de plaisance d'avenir" de Cerema pretende ayudar a los puertos deportivos a modernizar sus servicios e infraestructuras.
Si un puerto no renueva su clientela, corre el riesgo de convertirse en un activo dependiente, o incluso verse obligado a reducir sus servicios.
Vías operativas para renovar la clientela
Para que los puertos no se conviertan en museos de la náutica, he aquí algunas palancas interesantes a explorar:
- Adaptar las tarifas a las unidades pequeñas
En lugar de aplicar una tarifa única, proponga una escala más fina: tarifas preferentes para unidades pequeñas (menos de 7âeuros¯m, yates ligeros, embarcaciones auxiliares). Esto reduciría la barrera de entrada para los principiantes y los que disponen de presupuestos reducidos. - Introducir fórmulas de uso o reparto
Fórmulas puerto compartido , club náutico con velero compartido , afiliación / suscripción de uso puede atraer a quienes no quieren comprometerse con una propiedad completa. El concepto de "parque de placer" ofrece una gama de servicios (entretenimiento, aprendizaje, evasión) para tender puentes hacia la practicidad. - Animación y formación
Organizar programas de formación (iniciación, perfeccionamiento) en el puerto, hacer visibles las estructuras educativas. Fomentar la presencia de jóvenes instructores y estudiantes para la acogida y la mediación.
Ofrezca eventos (concentraciones, salidas de descubrimiento) que permitan a los novatos probar cosas sin poseerlas inmediatamente. - Mejorar la recepción y los servicios
Una acogida joven, multilingüe y dinámica, servicios adaptados (conectividad, lugares de parada fácil, zonas de bricolaje, aparcamiento para bicicletas).
Garantizar un mantenimiento cuidadoso y retirar o rehabilitar los pecios o embarcaciones "fantasma" que den mala imagen. - Comunicación e imagen
Los puertos tienen que contar una historia atractiva: difundiendo contenidos en las redes sociales, destacando a los nuevos navegantes que dan testimonio, promoviendo una náutica accesible y no elitista.
Crear una identidad de puerto "accesible", abierto a los jóvenes, las familias y los proyectos alternativos (vela ligera, pequeñas embarcaciones). - Planificación estratégica y asociaciones
Los puertos no están aislados: colabore con clubes náuticos, escuelas, autoridades locales y agentes turísticos locales para integrar la náutica en la oferta global de ocio.
Recurrir a planes públicos (ayudas, subvenciones, programas de modernización). La etiqueta "Marina del Futuro" ofrece financiación para modernizar las infraestructuras.
Límites, riesgos y condiciones de éxito
Cada vía tiene limitaciones que deben evaluarse cuidadosamente:
- La modulación de las tarifas para las unidades pequeñas puede reducir los ingresos de las unidades: es importante asegurarse de que un volumen suficiente lo compense.
- Las fórmulas de uso y reparto requieren modelos de gobernanza, seguros y mantenimiento.
- Las inversiones (recepción, modernización, servicios) requieren recursos: un plan plurianual y, a veces, subvenciones externas.
- El cambio de imagen no se produce de la noche a la mañana âeuros se necesita constancia, paciencia y un plan de comunicación sostenido.
- El contexto local (densidad turística, limitaciones geográficas y reglamentarias, fuerte inercia administrativa) puede limitar el margen de maniobra.
Una situación de crisis con soluciones existentes...
La no renovación de la clientela envejecida de los puertos deportivos es una realidad documentada y un reto estratégico para los gestores. Si no se afronta este reto, los las consecuencias para los operadores portuarios podrían ser graves caída de ingresos, obsolescencia, desequilibrio financiero, etc.
Pero hay palancas: tarifas diferenciadas, usos compartidos, acogida y formación, imagen modernizada, asociaciones locales. El reto es transformar el puerto en una puerta de entrada a un sector náutico más diversificado y abierto a nuevos perfiles.

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